La ciudad de València conoció ayer la que hay que considerar como la segunda gran reforma del año 2020. Y que es consecuencia inmediata de la primera. Si nada más acabar Fallas 2020, la plaza del Ayuntamiento va a pasar a ser un espacio peatonal ya de forma permanente, la primera consecuencia de ello es que hay que reordenar todo el tráfico de autobuses que, hasta ahora, penetraban en su interior. Y eso se va a llevar a cabo convirtiendo la calle Colón, a partir del 23 de marzo, en un particular río de autobuses. Ayer, el concejal de movilidad, Giuseppe Grezzi, presentó el nuevo diseño de la calle, que pasará a partir de ahora a duplicar su carril para autobuses y taxis, con lo que para los automóviles tan sólo habrá un carril. Un, textualmente, «proyecto integral de reforma, humanización y modernización de la ciudad».

¿La razón esgrimida? Las cifras y una cuestión de espacio. El número de líneas que circularán por la calle pasa de 5 a 9. Y, por consiguiente, los vehículos, de 500 a 850. Es la razón esgrimida para convertir la emblemática calle Colón poco menos que en una inmensa red de transporte público, puesto que esta decisión tiene como antecedente la creación, en el margen izquierdo, del carril bici. Entre las novedades, ya no se podrá acceder a Pérez Bayer desde la calle Isabel la Católica, una maniobra clásica para acceder a la zona comercial.

Hay que recordar que, con esta operación, la más importante que ha sufrido el centro histórico en décadas, a la plaza entrará tan sólo una línea de autobús, la llamada C1-Centro Histórico, (muy parecida al actual 5) que accederá por la calle de la Paz y tendrá paradas en la plaza municipal.

La estructura de las líneas de la EMT, hasta ahora, es radial. Recuerda mucho a las carreteras nacionales con la ciudad de Madrid como centro. Aquí, salvo alguna circular, buena parte de las líneas se dedican a unir barrios con el centro: plaza del Ayuntamiento y San Agustín como las particulares «puertas del Sol». Esto provocaba, según el edil, que «pasan muchos autobuses por un mismo espacio y se molestan entre ellos. Reducir el numero de autobuses que llegan a la plaza implicará una notable mejora del servicio».

Obviamente, una decisión así está destinada a generar polémica, especialmente por los usuarios de vehículos particulares. Grezzi se defendía asegurando que «de todos los desplazamientos que se registran en esa calle, tan sólo el 24 por ciento corresponde a vehículos privados» y que, de todos ellos, «el 60,8 por ciento son de paso». Las cifras de esa aparente falta de tráfico son consecuencia, de todos modos, de contabilizar no sólo coches, sino vehículos o medios de transporte ligero, como bicicletas y patines y hasta peatones.

Campaña de información

La EMT tiene previsto lanzar la próxima semana una gran campaña informativa en diferentes formatos para informar a todas las personas usuarias de los cambios que experimentarán sus líneas y dar a conocer las ventajas de la nueva red de transporte público.