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Iniciativa

El parque de aventuras de Rain Forest, en el aire por su elevado consumo hídrico

El alcalde pedirá a los promotores que reformulen el proyecto para garantizar la sostenibilidad tras informar en contra el Ciclo del Agua

El Bioparc del Parque de Cabecera y los terrenos anexos para el parque de aventuras. levante-emv

El parque multiaventura con tirolinas, rápel, zonas de escalada, barranquismo, caídas de agua y piscina de olas que la empresa Rain Forest, concesionaria del Bioparc, anunció junto con el alcalde, Joan Ribó, en octubre pasado para dar uso a los terrenos anexos al zoo, está en el aire.

El alcalde, Joan Ribó, ya ha pedido a los promotores que reformulen el proyecto para garantizar su sostenibilidad si quieren contar con la autorización del consistorio. Todo después de que la Concejalía del Ciclo del Agua haya advertido de que el proyecto no encaja con la estrategia de ahorro de agua y sostenibilidad impulsadas por el Govern del Rialto en una situación de emergencia climática declarada.

Fuentes de alcaldía explicaron que el parque de aventuras debe cumplir dos condiciones, «que sea de interés para la ciudadanía y que sea sostenible», algo que el Ciclo del Agua cuestiona. Tal como avanzó este diario, la concejalía del Ciclo del Agua, con la socialista Elisa Valía al frente, ha puesto importantes reparos al parque de aventuras por su elevado consumo de agua.

Según la propuesta previa que el promotor ha presentado el parque necesitaría al menos 300.000 litros de agua al día, de los que apenas está previsto reciclar un 50%. En enero, Valía ya advirtió de que el proyecto debía replantearse y en todo caso incrementar los porcentajes de reciclaje del agua.

El rechazo del Ciclo del Agua al parque de aventuras, un proyecto que permitiría completar los elementos de la concesión de Rain Forest y dar uso a unos terrenos, en su día expropiados a la huerta, que llevan abandonados varios años, ha abierto una nueva vía de agua en el Govern del Rialto. El PSPV insiste en que el proyecto no es sostenible tal como está planteado porque toma recursos del acuífero de la ciudad, que no puede destinarse «a llenar piscinas» sino ser considerado una reserva de agua para épocas de sequía. Para el abastecimiento del parque se recurriría a las reservas del acuífero de la ciudad y sería necesario perforar en el freático para abrir un pozo, similar al que se hizo para abastecer el lago artificial del Parque de Cabecera.

Para los responsables de esta concejalía es necesario reconducir el proyecto y plantear un diseño alternativo en el que se podría prescindir sin elementos de agua.

Como sea, el promotor del parque sigue avanzando con el proyecto dentro de la premisa de garantizar la máxima sostenibilidad con los recursos. Rain Forest declinó hacer ayer valoraciones, si bien apuntaron que siguen, como desde hace meses, las reuniones técnicas en el ayuntamiento con los distintos servicios para concretar la propuesta y presentar el proyecto de ejecución del parque lo antes posible. Está previsto igualmente una comparecencia de los responsables del proyecto para dar cuenta de los consumos de agua previstos y otros detalles del proyecto.

Rain Forest anunció en octubre una inversión de 25 millones de euros en el parque de aventuras, una nueva infraestructura que completaría la oferta de ocio de la ciudad. Sin embargo, el proyecto ya ha recibido reparos, no solo de la concejalía del Ciclo del Agua, también de colectivos ciudadanos de nueva creación como la plataforma H2O, que ya ha manifestado su «contundente rechazo», al nuevo parque acuático que la empresa Rain Forest ha presentado. La asociación, según publicó Valencia Plaza, criticó el proyecto «por sus preocupantes implicaciones en nuestras reservas hídricas».

Rain Forest tiene previsto construir el nuevo parque en las dos grandes parcelas sin uso anexas al zoológico. La previsión , en octubre, era que el nuevo recinto pudiera abrir sus puertas en 2022.

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