Un nuevo salón de juegos abrirá sus puertas próximamente en València a 55 metros de un colegio, a menos de 200 metros de dos centros de salud y a 280 metros de un instituto. La Generalitat y el Ayuntamiento de València han autorizado la apertura de un local de juego en la calle Alboraia que estará rodeado de centros educativos y sanitarios en pleno debate parlamentario sobre los límites al sector del juego. La petición se ha registrado antes de que les Corts apruebe definitivamente la nueva legislación, que impedirá la apertura de estos establecimientos a una distancia menor de 850 metros.
El nuevo centro estará situado en el número 13 de la calle Alboraia y los vecinos han presentado diversos escritos al ayuntamiento y grupos políticos con representación parlamentaria trasladando su inquietud ante la inminente puesta en marcha del local. En concreto, este inmueble está situado a 55 metros del colegio Pío XII, a 280 metros del instituto Benlliure y a 310 del colegio Vivers.
Mientras, la distancia que separa el nuevo establecimiento del centro de salud Trinitat, situado en la calle Flora, es de 170 metros. Además, apenas estará separado por 100 metros del centro de especialidades Alboraia y a 230 metros del parque de Viveros. Uno de los vecinos de la calle Alboraia que ha alertado a las administraciones de la próxima apertura se reunirá la semana que viene con la concejal Lucía Beamud (Compromís), delegada de Espacio Público, para trasladarle la preocupación del barrio al estar cercado el nuevo local de juego de centros educativos y sanitarios.
La droga del siglo XXI
El juego se ha convertido en la droga del siglo XXI y afecta sobretodo a los jóvenes. Las alarmas han saltado y la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) sostiene en un informe reciente que la ludopatía se sitúa entre el 1 % y el 2 % en los adultos, una cifra que se multiplica en los adolescentes hasta el 8 %.
Esta semana les Corts valencianes han continuado con la tramitación parlamentaria de la futura ley del juego, que vetará las casas de apuestas y bares con máquinas tragaperras a menos de 850 metros de centros escolares. El conseller de Hacienda Vicent Soler justificó este miércoles en el parlamento valenciano la necesidad de contar con una nueva ley porque la actual, de 1988, está «desfasada y obsoleta», y subrayó la alarma social que provoca el juego en la actualidad.
En cambio, al no estar aprobado definitivamente el nuevo texto, este nuevo local podrá abrir sus puertas. En el colegio Pío XII estudian más de 1.100 alumnos, en el de Vivers 216 y en el instituto Benlliure figuran matriculadas 1.223 personas.
Nueva ordenanza municipal
En declaraciones a este periódico, fuentes del Ayuntamiento puntualizaron que, tras tener conocimiento de la apertura del establecimiento, la Concejalía de Espacio Público envió una inspección para comprobar que las obras que se están realizando se ajustan realmente a la licencia concedida.
Además, avanzaron que el Ayuntamiento está valorando modificar la ordenanza municipal para que las fachadas de estos locales no sean atractivas para el usuario ni sirvan de señuelo para que accedan a su interior.
Es lo único que pueden hacer los ayuntamiento o la Generalitat hasta que finalice el trámite parlamentario de la nueva ley, cuya votación estaba prevista para la anterior legislatura pero que el adelanto electoral interrumpió.
Entre las principales novedades del proyecto figura el refuerzo de las medidas dirigidas a impedir el acceso de los menores a los salones de juego y, además, contempla que lo recaudado por sanciones a este sector sea destinado a poner en marcha acciones de prevención y ayuda frente a la ludopatía. De este modo, la ley establece un Control de Acceso a pie de calle en todos los locales. Esta medida permitirá una mayor supervisión y control para impedir el acceso de menores y de personas que tienen prohibido el acceso.
