La excavación arqueológica del monasterio de la Roqueta ha permitido rescatar dos piezas del techo de madera (alfarje) policromado del siglo XV que decoraba una de las estancias, posiblemente una capilla o sacristía del cenobio, y que desapareció en el siglo XVIII. Se trata de dos canecillos (pequeñas vigas) de madera que se «salvaron» al ser reutilizadas, durante la reforma, para la construcción del dintel de una puerta. Las vigas, decoradas con figuras zoomorfas (unicornios, conejos, lobos y ciervos) y rematadas por un misterioso rostro de mujer, han sido restauradas por el Ivacor y están depositadas en el Ayuntamiento de València, donde el Servicio de Arqueología (SIAM), que dirige las excavaciones de la Roqueta actualmente en curso, las ha documentado y catalogado.

Las piezas del alfarje rescatadas, según el informe del SIAM, datarían de mediados del siglo XV, el que fue siglo de oro del arte y la cultura valencianas. Una datación que ha sido posible gracias a la investigación de otro alfarje «gemelo» al de la Roqueta que se conserva en bastante buen estado, aunque oculto por una bóveda neoclásica, en la iglesia de San Antonio Abad, en la calle Sagunt. Al igual que ocurrió con las pinturas renacentistas de los ángeles músicos de la Catedral, el alfarje de San Antonio Abad se salvó al sobreponerse una bóveda posterior.

El reciente descubrimiento del alfarje de la Iglesia de San Antonio Abad «constituye un paralelo de especial interés y su datación puede servir como referente para datar las piezas recuperadas en San Vicent de la Roqueta», ya que en el estudio heráldico del alfarje de San Antonio se identificaron los escudos de Alfonso El Magnánimo y su esposa María de Castilla, adscribiéndose dicha obra a los años 1409-1458.

La tesis del investigador valenciano Pedro Rafael Blanco Gómez sobre el alfarje de estilo gótico-mudéjar de la iglesia de San Antonio, publicada en 2016 y dirigida por Javier Benlloch, desvela la poco conocida existencia de este alfarje policromado «gemelo» del que decoraba la Roqueta y posiblemente fabricado por el mismo taller artesano.

Las puntas de viga o canecillos de la iglesia de San Antonio están decorados, como ocurría en la Roqueta, con rostros de mujer (aunque también aparecen caras masculinas). En el alfarje de la Roqueta destacan los motivos decorativos vegetales, como la flor de lis, y animales. En la iglesia de San Antonio también se aprecian motivos vegetales y destacan los escudos gremiales de la ciudad (herreros, carreteros e hilanderos), así como los escudos de armas de María de Castilla, cuyo rostro aparece también en los tableros del alfarje, y su marido, Alfons el Magnànim.

En su tesis doctoral, el arquitecto Pedro Rafael Blanco Gómez estudió la techumbre de madera policromada de la iglesia de San Antonio Abad como pervivencia de la arquitectura tardogótica mediterránea. El investigador ha catalogado la pieza, facilitando así una posible puesta en valor y posible intervención para su exposición como ejemplo destacado del gótico-mudéjar. El investigador ha constatado que los escudos que aparecen en las correas y frisos,que habían sido atribuidos a los reyes católicos, son en realidad los de la reina María de Castilla tras su boda con Alfonso el Magnánimo.

Para ver alfarjes con canecillos decorados con cabezas similares a los de la Roqueta o San Antonio Abad hay que ir a la iglesia de la Asunción de Vallbona o a la capilla del cristo de la Paz de Godella. La Concejalía de Cultura, con Gloria Tello al frente, no descarta exhibir las piezas del alfarje de la Roqueta en el mismo monasterio una vez concluya su rehabilitación.

El rostro misterioso mujer, al que algunos ya han bautizado como «la xica de la Roqueta» que aparece en la cabeza de madera tallada, a modo de mascarón de barco, en las vigas del alfarje ha suscitado el interés de los expertos, entre ellos, el historiador y especialista en arte medieval Arturo Zaragozá, que desvelará los detalles de su investigación sobre el alfarje perdido de la Roqueta en un libro editado por la Academia de San Carlos de inminente publicación.