Se trata de un problema generalizado, empresas que operan en todo el país han denunciado este tipo de actos vandálicos.
Electric Molo ha decidido lanzar campañas de concienciación e información entre sus más de 2.500 usuarios. La empresa incide en que los principales perjudicados del robo son los usuarios que utilizarán el servicio después y que el casco es esencial para la seguridad. «Los usuarios deben ser conscientes de que disfrutan de un servicio basado en compartir un vehículo y, por tanto, han de ser respetuosos con los demás usuarios», señala José Manuel Donate, CEO de la compañía.
Un usuario de la empresa, Enrique G., afirma que en una ocasión llegó tarde al trabajo porque en la moto no había ningún casco «porque alguien que había usado la moto antes se lo había llevado a casa». «Luego ves que algunos venden cascos de motosharing en internet y te quedas asombrado. ¿Cómo los compra la gente? Están robados, es clarísimo», añade.
La empresa ya ha establecido contacto con la Policía Nacional con tal de coordinarse y afrontar el problema de los hurtos. Donate ha anunciado que solicitarán una reunión con el cuerpo de seguridad y contactarán con el resto de empresas de motosharing para que se involucren en el asunto.
«Entre otros aspectos, intentaremos que la Policía pueda intensificar, por ejemplo, una campaña para inspeccionar a motoristas que circulan en moto particular por si utilizan casco propio o robado de las sharing», añade José Manuel Donate.
Desde Electric Molo se ha comunicado que se fortalecerá el seguimiento a usuarios sospechosos de haber robado algún casco mediante la geolocalización de la que dispone la app durante las 24 horas.
