Metrovacesa mantiene su intención de desarrollar el PAI de Benimaclet con 1.345 viviendas a pesar de la oposición del colectivo vecinal Cuidem Benimaclet que defiende que el proyecto es una amenaza para la huerta. La compañía insistió ayer en que el proyecto es beneficioso para el barrio porque le dota de servicios y recordó que los solares afectados «no forman parte de la huerta». La promotora confía en empezar las obras de urbanización del PAI «a finales de 2021 o principios de 2022». El proyecto del PAI, diseñado por el despacho del arquitecto Juan Añón, contempla la posibilidad de levantar dos torres de 30 metros de altura para «ganar espacio verde», pero la promotora no tiene problemas en eliminarlas.

La inmobiliaria no entiende el rechazo que el proyecto ha causado en una parte del vecindario porque lo adaptó a las peticiones que hicieron los vecinos. «Creemos que es un proyecto que se ha llevado de forma ejemplar y es un buen ejemplo de cómo se puede combinar el desarrollo de un negocio con el interés general de los vecinos», apuntó ayer Miguel Díaz, director nacional de suelo de Metrovacesa. El directivo incidió en que cuando decidieron apostar por el PAI de Benimaclet conocían los reparos que había en una parte del barrio y adaptaron el proyecto a las exigencias vecinales. «Vimos que las demandas eran asumibles y que podíamos conseguir un espacio más agradable. Como pedían, tiene un modelo de movilidad con prioridad para los peatones y los ciclistas; contrae la edificabilidad para liberar espacios y ganar zona verde; y hay un gran parque que sirve de transición entre el barrio y la huerta».

Pilar Salvador, responsable de suelo en València de Metrovacesa, advirtió de que no entienden las peticiones de cambiar el proyecto cuando ya han asumido todas las reivindicaciones planteadas por los vecinos.

Los directivos de la compañía cuestionaron el informe de dos profesores de la Universitat de València que asegura que es posible revertir todo el PAI por 14 millones de euros. «Es un estudio que no representa la posición oficial de la Universitat de València y que carece de rigor. Parte de la hipótesis de que la desclasificación del suelo es buena para València y para el barrio. Esto es cuestionable», apuntó Miguel Díaz.

«No es huerta»

Los representantes de Metrovacesa insistieron en que el suelo donde se va a desarrollar el PAI «no es huerta». De hecho, los terrenos están fuera del cinturón de huerta protegida. «La huerta empieza en la parte exterior de la Ronda Norte. Esto son solares abandonados, algún huerto urbano y poco más», subrayaron.

Pilar Salvador indicó que la Generalitat aprobó en 2018 el Plan de Ordenación Territorial de la Huerta y no incluyó los solares del PAI de Benimaclet. «En ese documento se establecía que la huerta está en el exterior de la ronda», añadió Salvador.

El PAI de Benimaclet cuenta con 269.775 metros cuadrados de superficie de los cuales se destinan a usos públicos el 82 % (220.217 metros cuadrados) y el 18 % restante (49.478 metros cuadrados) será para uso terciario y residencial. De estos últimos, el 10 % se cederá al Ayuntamiento de València, resultando un máximo de 160.455 metros cuadrados de techo edificable.

Las viviendas se levantarán junto al barrio consolidado en edificios perpendiculares para no frenar la brisa. El proyecto incluye la construcción de zonas verdes equipadas, integra en el corazón del PAI los huertos urbanos, recupera las acequias de riego y protege las alquerías existentes.

Metrovacesa cuenta con la representación del 55 % del suelo para el desarrollo del PAI tras sumar a Sareb, Repsol y varios pequeños propietarios en junio.