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Urbanismo

Ciudad de plazas en ciernes

El ayuntamiento remodelará durante este año diez plazas, incluyendo las de San Agustín, Reina y Brujas

La plaza del Ayuntamiento, que se cerrará al tráfico el próximo 20 de marzo. g. caballero

El modelo «ciudad de plazas» que impulsa el gobierno municipal del Rialto, a través de las concejalías de Desarrollo Urbano y Movilidad, avanza a escala de barrio con la recuperación en los últimos años de 110.000 m2 de espacio público, superficie equivalente a unos 20 campos de fútbol. Un espacio ganado en muchos casos al coche que ha permitido regenerar y generar 11 plazas, donde destacan la de Lorenzo de la Flor, en el Cabanyal, y Rojas Clemente, en el Botànic, y 17 calles.

Desarrollo Urbano tiene previsto este año la remodelación de nueve plazas más, entre ellas, las de Brujas, un entorno monumental de primer nivel pero también un espacio caótico y degradado con edificios históricos ruinosos y solares sin uso, y San Agustín, otra plaza destacada donde sobresale su arquitectura racionalista y también la gran parada de autobuses que ocupa su espacio central.

Más tiempo va a llevar la reforma de la Plaza del Ayuntamiento y de la Plaza la Reina, dos proyectos distintos pero interconectados que representan uno de los mayores retos de transformación del centro histórico del actual gobierno municipal. Ambas se cerrarán al tráfico motorizado entre el 20 y 23 de marzo casi en su totalidad, con una peatonalización blanda similar a la que se llevó a cabo en el entorno de la Lonja. Será el primer paso en la pacificación de «la plaza mayor» de València. Su remodelación integral, presupuestada en 5 millones de euros, supera los límites del actual mandato. Por contra, las obras de la Reina, presupuestadas en 11 millones, Movilidad las pondrá en marcha este mismo año.

La ciudad de plazas que preconiza el gobierno del Rialto persigue la generación de «un entorno más sostenible, el reparto equitativo de inversiones y la mejora de la calidad urbana», asegura la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez. Un modelo que ha permitido convertir espacios marginales, muchos aparcamientos incontrolados, en vías peatonales con mayor protagonismo del «verde». Gómez destaca, además de la citada plaza de Rojas Clemente, la calle Just Ramírez (Saïdia) que ya dispone de aceras seguras y carril bici o la de Ceramista Gimeno (Malilla).

El nuevo urbanismo que anuncia el ayuntamiento intenta contribuir a generar un aire más limpio y a paliar el efecto isla de calor ampliando las zonas ajardinadas y quitando tráfico rodado. Los nuevos alcorques de mayor tamaño, que permiten la oxigenación de las raices y la permeabilidad de los pavimentos es una de las novedades que se ha incorporado a los nuevos ajardinamientos, como los que se han llevado a cabo en Arzobispo Olaechea, en San Marcelino, o en Lorenzo la Flor. En ambos casos se han colocado alcorques con diferentes especies de árboles y vegetación para generar sombras y espacios más amables.

También se tienen en cuenta los materiales usados y su reciclaje en la construcción de este nuevo modelo de ciudad. En la reurbanización de las calles adyacentes al Nou Mestalla se ha empleado un material fonoabsorbente para eliminar la contaminación acústica, al igual que los pavimentos drenantes del Parc Central, que permiten reutilizar el agua de lluvia. La última de estas acciones se ejecuta en Borbotó, donde se reasfalta la plaza del Moreral y el asfalto retirado se reutilizará para acondicionar un solar que servirá de aparcamiento.

Las remodelaciones de plazas han de conciliarse en muchos casos con el patrimonio histórico, como ocurre en el entorno del mercado de Sant Pere Nolasc en la Saïdia o la futura regeneración de la histórica plaza Ciudad de Brujas, pendiente desde la pasada legislatura.

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