«Los cambios sociales, económicos, climáticos y tecnológicos obligan a repensar la ciudad y abrir un espacio de debate para definir el modelo que queremos». Así justifica el gobierno del Rialto el impulso a un nuevo plan estratégico, que se aprobará en 2022 y tendrá vigencia hasta 2030. Un plan que sustituirá al de 1995 aprobado por el PP, que lo revisó hasta en cuatro ocasiones, y muchos de cuyos objetivos siguen pendientes o a medio hacer, como el Parc Central, ejecutado solo en parte, y la conexión de la fachada marítima con el mar.

Precisamente la ordenación de la fachada marítima y proyectos concretos como el parque de Desembocadura son algunos de los retos prioritarios del plan que impulsan el gobierno bipartito de Compromís y PSPV, que contempla un total de diez grandes líneas estratégicas coincidentes con los Objetivos del Desarrollo Sostenible aprobados por Naciones Unidas. La ordenación del territorio y el uso estratégico y racional del suelo (dando uso a los solares vacíos); evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad; prevenir los efectos del cambio climático; garantizar el uso sostenible de los recursos y la economía circular; la movilidad sostenible; fomentar la cohesión social; impulsar la economía urbana, como el cooperativismo agrario; garantizar el acceso a la vivienda; liderar la innovación digital y mejorar la gobernanza. Estos serán los diez ejes del nuevo plan estratégico. Algunos de ellos coinciden con la estrategia aprobada hace ahora 25 años, que sentaba las bases del desarrollo de la ciudad sobre una València «verde, abierta al mar, culturalmente activa y vertebradora».

La vertebración y conexión con el área metropolitana, una de las asignaturas pendientes del «cap i casal» desde hace lustros, también forma parte del plan. Proyectos como la renaturalización del nuevo cauce del Turia no serán posibles sin contar con Quart, Torrent o Xirivella, destacó ayer Joan Ribó.

El plan estratégico, que no cuenta con un presupuesto asignado, tardará tres años en desarrollarse, por lo que excederá el actual mandato. El Gobierno del Rialto quiere conseguir el máximo consenso para el nuevo plan estratégico y ayer arrancaron las primeras reuniones con los responsables de la oposición. El encargado de dar forma al plan será el exconcejal de València en Comú, Jordi Peris, nombrado coordinador general de Estrategia Urbana y Agenda Sostenible por Joan Ribó.

El nuevo plan quiere huir de conceptos etéreos y abstractos y llevar a cabo proyectos demostrativos a modo de planes piloto, como el Grow Green de Benicalap, según citó el alcalde, Joan Ribó, de Compromís, ayer durante la presentación del nuevo plan, a la que asistieron también la vicealcaldesa, Sandra Gómez, y el vicealcalde, Sergi Campillo. El Grow Green es un proyecto subvencionado con fondos europeos (897.200 euros) que consta de cinco acciones como la creación de un ecosistema vertical, un bosque sostenible que compense emisiones de CO2, un corredor verde-azul hacia el área urbana del distrito, soluciones al estrés térmico y pobreza energética y una acción cruzada de espacios de colaboración.

La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, la socialista Sandra Gómez, apuntó ayer que el plan no surge de cero. «Ya hay una dinámica pero necesitamos una visión a largo plazo». Las políticas que el gobierno progresista viene aplicando desde 2015 ya van en esta línea, dijo Gómez, quien citó como ejemplos los proyectos «Valencia ciudad de plazas», que contempla la peatonalización de las grandes plazas del centro histórico (Reina, Brujas-Mercat, Ayuntamiento y San Agustín); la capitalidad de la Alimentación y el plan verde (impulsados ambos por Compromís).