El gobierno del Rialto, desoyó ayer las peticiones de los comerciantes y vendedores del Mercado Central para aplazar la peatonalización de las plazas del Ayuntamiento y la Reina y la remodelación de las líneas de la EMT de València prevista para el 23 de marzo. Compromís y PSPV tumbaron, en la misma línea, las mociones que los tres grupos de la oposición presentaron (por separado) solicitando la paralización de la remodelación de las líneas de la EMT y los cambios previstos en la comercial calle Colón para dar cabida a los más de 800 autobuses que se desviarán de las plazas.

Comerciantes y grupos políticos reclamaron, sin éxito, «más tiempo para debatir y consensuar» la remodelación de las líneas del centro histórico. El concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, destacó frente al panorama apocalíptico que anuncia la oposición que «la ciudad progresa y es referente de movilidad sostenible en toda España».

«Tememos que la medida perjudique gravosamente a los negocios», destacó la representante de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, que tomó la palabra en el pleno para pedir la convocatoria de una mesa de movilidad con todas las asociaciones y se busque el consenso. «Solo entonces el proyecto tendrá éxito», apuntó.

La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, que también hizo uso del turno de palabra, recordó al gobierno del Rialto que «la gobernanza debe basarse en la transparencia y la participación de todos», algo que consideran no se ha producido. Tras apelar a la «prudencia» y recordar que «las prisas no son buenas», el portavoz de los comercios del centro, Rafael Torres, subrayó que «no es necesario ponerlo en marcha el 23 de marzo, cuando las obras en la plaza de la Reina no empezarán hasta otoño». Torres destacó la «incomodidad de los trasbordos» y dudó que la reordenación vaya a traer una mejorará la calidad del servicio. «Va ser más lento», auguró.

La postura de la oposición con la de València

El concejal Narciso Estellés, de Ciudadanos, reprochó a Grezzi que intente transformar la ciudad a golpe de «macetazo», en alusión a las peatonalizaciones blandas, y utilizando un plan de movilidad «obsoleto, procesos participativos inventados o medidas directamente impuestas». Estellés acusó al edil de Movilidad de ocultar los informes técnicos sobre la remodelación de la red de la EMT de València y aseguró que la campaña informativa impulsada por el ayuntamiento para explicar los cambios de las líneas con el lema «directa al cor» lo que «va a provocar es infartos». El portavoz de Vox, Vicente Montañez, por su parte, vaticinó «un atasco monumental» en Colón y adyacentes.remodelación de la red de la EMT de València

La portavoz del PP, María José Català, que presentó al pleno una reordenación alternativa para la EMT (que Grezzi ninguneó por «poco trabajada») acusó al edil de Movilidad de «jugar con los intereses de muchas personas y con la economía de la ciudad». Advirtió a Compromís que va a aprobar una reforma en profundidad de las líneas de la EMT sin informes técnicos suficientes que la avalen y saltándose todo el procedimiento administrativo. «Van a convertir la calle Colón en una nueva estación de autobuses», vaticinó. Català cargó contra el alcalde por su falta de transparencia y autoritarismo y conminó al gobierno del Rialto a «parar máquinas» con la peatonalización de las plazas y dialogar.

El concejal de Movilidad, por su parte, se mostró dispuesto a «dialogar» y «hacer las mejoras» necesarias, al tiempo que reprochó a la oposición su falta de rigor en las propuestas alternativas. Grezzi destacó que los cambios están avalados por informes técnicos (que la oposición le acusó de ocultar,) al tiempo que insistió en que con la peatonalización de las plazas y los cambios en el transporte previstos «vamos a tener una red de la EMT más potente y una nueva manera de disfrutar del centro, además de reducir los índices de contaminación».