Fue la primera entidad social en València que centró sus esfuerzos en la atención a personas sin hogar y en riesgo de exclusión social. Por eso, entre otras cosas, la denominan «la ONG de los valencianos». Casa Caridad nació el 6 de marzo de 1906 y hoy, tras más de un siglo de lucha y ayuda a los más vulnerables, busca socios. Y es que la entidad no consigue superar la barrera de los 4.000 suscriptores. Ese es el reto. Por ello, el próximo 6 de marzo, la entidad constituirá ese día como el de Casa Caridad y sacará «comerciales» a la calle en busca de nuevas suscripciones. La cuantía media con la que participan los socios es de entre 20 y 25 euros, pero el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles, afirma que se puede ser socio por una cuota de 10 euros al mes.

«Nos denominan la ONG del pueblo valenciano, pero nos cuesta mucho superar la barrera de los 4.000 suscriptores. Hace años que entran nuevos socios pero también contamos con gente mayor y necesitamos sumar para seguir creciendo. Queremos instaurar el 6 de marzo como el día de Casa Caridad. Contamos con el apoyo social, sabemos que los fondos públicos fijan ahora un presupuesto estable que nos permite emprender nuevos proyectos, tenemos el apoyo de empresas que colaboran con nosotros pero queremos crecer y necesitamos el apoyo ciudadano. Queremos superar los 4.000 socios para seguir siendo la ONG de los valencianos», explica Miralles.

Entre el 30 y 40 % de los ingresos totales de Casa Caridad proceden de fuentes públicas, en concreto de la Generalitat Valenciana, Diputación de Valencia y del Ayuntamiento de Torrent. El resto de ingresos corresponde a los rendimientos obtenidos por los bienes propios de la asociación (ingresos por arrendamientos, por inversiones financieras y por ingresos extraordinarios), cuotas de afiliados, donativos, herencias y legados, y subvenciones privadas.

Casa Caridad cuenta con un equipo de 70 profesionales, entre los que se encuentran psicólogos, educadores, maestros, técnicos y trabajadores sociales. Todos ellos trabajan diariamente para detectar los problemas de cada usuario, buscando «ofrecer a las personas aquellos servicios que se adecuen más a sus necesidades y ayudándoles en su reinserción social».

Por último, están los voluntarios. Casa Caridad cuenta con 253 voluntarios que participan en todas las áreas de la entidad y realizan «labores organizativas en el comedor social, reciben a las personas que acuden al albergue, clasifican los donativos en especie dentro del almacén, acompañan y realizan seguimiento de las personas en el módulo de convalecientes, participan y proponen nuevos talleres de integración social en el Centro de Día. También realizan acompañamiento a trámites burocráticos o a hospitales, atención psicológica, etc».

Proyectos e iniciativas

Casa Caridad, además, no para de sumar proyectos y nuevas iniciativas. Así, la entidad tiene comedores sociales con más de 400 usuarios diarios (donde se reparten al año 300.000 raciones); un albergue de 70 plazas en el Paseo de la Pechina y 32 plazas para convalecientes y 34 plazas para familias en el centro de Benicalap; tres escuelas infantiles en Pechina, Benicalap y Torrent donde atienden a más de 160 niños de 1 a 3 años en riesgo de exclusión social; centros de día -donde se trabaja la acción educativa para favorecer la autonomía en un contexto de estabilidad-; y viviendas tuteladas por las que han pasado ya más de 22 personas.

Ahora, además, Casa Caridad está acondicionando un edificio con 8 viviendas destinado preferentemente a mujeres y familias con el objetivo de ofrecerles una residencia donde puedan trabajar aspectos relacionales y recuperar habilidades para reintegrarse en la sociedad.