Agentes de la Policía Local de València, en colaboración con técnicos de la Conselleria de Sanitat, intervinieron ayer cerca de 500 kilos de comida, sin ningún tipo de medidas de salubridad ni control sanitario, en una planta baja de la calle Sagunt de València. La carne, principalmente chuletones, costillas y entrañas que iban a ser destinadas a asados y barbacoas en el cauce del río Túria, era vendida principalmente a personas de origen suramericano que acudían regularmente a abastecerse a este bajo, sin ningún tipo de licencia de actividad.

La policía ha abierto diligencias por una infracción administrativa por incumplimiento de la normativa española de seguridad alimentaria contra una familia de nacionalidad hondureña, quienes presuntamente almacenaban y vendían la carne en esta planta baja de la calle Sagunt. Se exponen a sanciones de hasta 60.000 euros.

Los agentes acudieron alertados por una reclamación vecinal, ya que era frecuente la afluencia de gente que salía del bajo con bolsas y bolsas de comida. Así, la policía comprobó que en el interior había hasta 500 kilos de carne en un estado de conservación que no era el propicio e incumpliendo toda normativa sanitaria.