El alcalde de València, Joan Ribó, anunció anoche la presentación de una moción de Alcaldía que permitirá iniciar un expediente de suplemento de crédito para poder aumentar las subvenciones municipales de monumentos falleros hasta llegar al 62,5% del total del coste de cada falla. El incremento de la ayuda es de 2.757.635 euros, la mitad del importe que las comisiones falleras de València tenían que pagar por sus monumentos falleros, una vez restada la ayuda municipal habitual por valor de un 25% del total del coste de cada falla. De esta manera, el total de estas ayudas llega a los 4,6 millones de euros.

Ribó recordó que el miércoles por la noche llegaron «a un consenso con todo el mundo fallero de que si lo permite el coronavirus las Fallas se celebrarán del 15 al 19 de julio, en el programa que estaba previsto ahora en marzo». «En julio la idea es hacer lo que quedaba de fiesta, por ejemplo quedaban nueve mascletades pendientes, con la idea de que acaben el 19 de julio, siempre teniendo en cuenta que el virus haya pasado con la llegada del calor. La idea es celebrar las fallas trasladadas cuatro meses después», argumentó, aunque también reconoció que hay «detalles que no se pueden mantener» y cree que los premios «es uno de ellos, entre otras cosas porque habrá fallas que no podrán plantarse».

En cuanto a la actividad en los casales, Ribó explicó que no se prohíbe, «pero hay que intentar que en todos los centros las reuniones de personas sean del mínimo posible, tanto en bibliotecas, polideportivos o en cualquier sitio». «Esa idea es general y de aplicación general», enfatizó.

El alcalde también informó que el miércoles firmó a las 15:30 de la tarde «que el bando fallero decaía y por lo tanto hay que ir desmontando todos los puestos de comida, churrerías, etc». Sobre la ORA, señaló que volverá a funcionar normalmente «cuando se retire un elemento mecánico que faltaba».

Por otro lado, el president de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer que no había «alternativa» a aplazar las Fallas por el coronavirus y que la decisión se tomó cuando le dijeron los expertos del ministerio de Sanidad.

En ese sentido, el Consell creará un fondo de capital riesgo del Institut Valencià de Finançes (IVF) dotado con 200 millones de euros para invertir en empresas de dimensión mediana y grande y dinamizar la actividad económica ante el brote del coronavirus, junto a otras medidas como rebajar las condiciones de acceso al crédito y 800.000 euros en ayudas para fomentar el teletrabajo. Se trata de «la primera vez que la Generalitat dota a su política industrial de una herramienta financiera de este alcance y dimensión» a través del IVF, destacó Ximo Puig. En clave financiera, la línea de crédito para micropymes y autónomos del IVF pasará del 1 al 0% de interés y podrá destinarse a liquidez de las empresas, además de eliminar el interés. En ese sentido, habrá unas ayudas específica para los talleres de artistas falleros y comisiones de las fiestas de València, afectados por el aplazamiento por la epidemia. Tanto el Institut Valencià de Finançes como la Sociedad de Garantía Recíproca (Afín SGR) rebajarán las condiciones de acceso al crédito y los avales atendiendo a las nuevas condiciones de previsión de crecimiento económico. A nivel local, Puig anunció que pedirán al Gobierno que modifique la normativa que limita el uso de remanentes de los ayuntamientos a inversiones sostenibles.