La comunidad fallera se enfrenta estos días a la difícil labor de finiquitar los contratos y evitar que éstos sean motivo de conflicto. Tanto los de prestación de servicios como los de recepción de ingresos. Las Fallas han finalizado con una partida importante de gastos por prestarse, especialmente carpas, servicios de restauración, bandas de música y verbenas. Y, por contra, con unos ingresos todavía por percibir. Especialmente, el rendimiento que debían proporcionar las barras que acompañan a las verbenas o los patrocinadores.

Estas cuestiones deberán analizarse en la asamblea de presidentes del próximo lunes, donde, por buena lógica, se cuestionará cómo actuar ante estas rescisiones. Nada más conocerse la suspensión, las comisiones llamaron a los montadores de carpas para cancelar el servicio (algunos de los cuales ya estaban preparados para empezar a montar en la medianoche de ese 10 de marzo). Pero ahora falta que estas empresas puedan reclamar el cobro íntegro del servicio.

Carpas-sombrilla

Hay servicios que pueden verse cancelados definitivamente. Es probable que no se planten tantas carpas en las hipotéticas fallas de julio. Pero no menos cierto es que existe la posibilidad: carpas sin laterales, que permiten la circulación de aire y protegen de cualquier inclemencia (en el mes de julio, ocasionalmente, también llueve y siempre hace sol).

Las comisiones van a adoptar, salvo excepciones, la idea de cerrar el ejercicio a 20 de marzo. Lo que hace prever que serán especialmente ruinosos los balances, habida cuenta de los ingresos que han dejado de percibirse. Para, en el de 2021, incorporar todo los ingresos y gastos extraordinarios -más ingresos que gastos- que generará la fiesta en julio.

En cualquier caso, la clave para que las comisiones no sufran deterioro económico es el órdago lanzado por el concejal Carlos Galiana, cuando se comprometió a subvencionar los monumentos falleros de 2021 con la misma cantidad íntegra de lo declarado en 2020. Esta medida supondría un saneamiento casi integral de los quebrantos económicos que se sufran.

Fuera iluminación

Mientras, la rutina continúa y uno de los elementos que va a desaparecer de las calles son las iluminaciones. Aunque en su momento, y en aras al cobro de subvenciones, se instalaban en Navidad y permanecían puestas hasta Fallas, la idea generalizada es la de retirarlas. Especialmente, los grandes montajes. Permanecerán seguramente hasta el 19 puestos para no pillarse los dedos a la hora de percibir la subvención (sobre el papel, deben permanecer hasta la noche del 19 para cumplir con las condiciones de ayudas).

Se apagarán en los próximos días y se retirarán. En todo caso, se volverá a instalar una parte de las mismas llegado el mes de julio para dar un poco de ambientación y, especialmente, los focos que, de noche, iluminan los monumentos.