La decisión del alcalde de València, Joan Ribó, de trasladar la celebración de las fallas 2020 hasta el mes de julio -del 15 al 19- , arrastra a cuatro municipios de l'Horta, cuyas 38 comisiones forman parte de la Junta Central Fallera. Los cuatro ayuntamientos, todos gobernados por el PSOE, acogieron la nueva fecha bajo la premisa de que se deben a las decisiones tomadas por la JCF, aunque también reconocen que no fueron consultados en ningún momento por la dirección del cap i casal y que se enteraron cuando Ribó hizo el anuncio.

El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, lamentó enterarse por la prensa del traslado de las fallas a julio. «Hubiera sido interesante que se hubiera puesto en común con los municipios afectados», afeó. En todo caso, apuntó que «serán los presidentes y presidentas de las comisiones de toda la Junta Central los que decidan finalmente la fecha» y reconoció que las falleras mayores «merecen disfrutar de su reinado con todos los actos». Además, el alcalde socialista mostró «colaboración a todas nuestras comisiones para sacar adelante las fallas».

Desde Quart de Poblet, fuentes del ejecutivo, mostraron su decisión de apoyar en todo momento las decisiones que tome la Junta Central Fallera, conscientes de que se van a establecer las medidas y protocolos necesarios, actuando desde la responsabilidad y pensando en el bienestar de la población. En este sentido, señalan que aplazar la festividad del 15 al 19 de julio nace del colectivo fallero y ha sido consensuada por este.

En terminos similares se pronunciaron desde Xirivella, donde desde el ejecutivo de Michel Montaner aseguraron que la decisión de fijar las fallas 2020 es «competencia exclusiva» de la Junta Central y que el ayuntamiento de l'Horta acatará dicha resolución».

Más críticos se mostraron desde el Ayuntamiento de Burjassot, al afirmar que se trata de una «decisión unilateral» tomada desde Valencia «y que no se nos ha consultado». Sí reconocen que la fecha del 15 al 19 de julio es una semana en la que «no hay eventos patronales y no viene especialmente mal, tanto para comisiones como para el ayuntamiento».

Otra cosa es lo que piensa el colectivo fallero, lejos de las valoraciones políticas de los consistorios. El presidente de la agrupación Quart-Xirivella, Juan Carlos Molina, admite que las comisiones de ambos municipios «pertenecen a la Junta Central Fallera» y «lógicamente tenemos que atenernos a su decisión» de fijar las fallas 2020 del 15 al 19 de julio, fecha de la que se enteraron por el anuncio del alcalde Joan Ribó y no antes. No obstante, está prevista una reunión para este viernes o sábado con los presidentes de todas las fallas para hablar de la nueva fecha para la celebración de los festejos.

Para Molina, la cita de julio «no es muy acertada para el colectivo fallero, sobre todo viendo que en esas fechas debería estar en marcha el nuevo ejercicio fallero, con nuevas directivas y la elección de las falleras mayores de cada comisión, por lo que habrá comisiones que estén de acuerdo y otras, no». Por contra, reconoce que las fiestas patronales de Quart Xirivella son en septiembre, con lo que no hay incompatibilidad festiva.

De todas formas, Juan Carlos Molina advierte que en julio, muchas comisiones «se van a enfrentar a un doble gasto como compras y flores». En cuanto a las carpas, sostiene que dependerá de cada comisión, ya que, argumenta, «en julio el clima permite estar en la calle, con lo que con cortar la vía pública, se podría cenar y demás sin carpa y ahorrar ese gasto». En este sentido, insiste que «será en la reunión de presidentes donde pondremos sobre la mesa estas cuestiones y alternativas».

Por su parte, Iván Heredia, presidente de la Agrupación de las Fallas de Burjassot sostiene que si la JCF «ha escogido esa fecha deberemos celebrar las fallas del 15 al 19 de julio, ya que nos debemos a lo que diga Junta Central». El dirigente admite que los días escogidos «no nos disgustan porque en Burjassot no hay fiestas patronales y no habría problemas». Ahora bien, Heredia avanza que «no tenemos por el momento una postura fija» ya que esa fecha «se tendrá que ratificar el próximo lunes en la asamblea de presidentes». El presidente puntualiza que en las primeros contactos entre las comisiones de Burjassot, «ya se ha puesto de manifiesto que parece que es la fecha más viable por calendario pero también es cierto que cada comisión deberá abordarlo de manera interno y es libre para hacer lo que quiera».

La Agrupación de Fallas de Mislata, por boca de su presidenta Mari Carmen Monerris, reconoce que «haremos lo que diga la Junta Central porque pertenecemos a ella y lo hacemos todo con ellos», pero también advierte de que julio «es un mes de mucho calor» y que «lo mejor sería en mayo, pero está muy cerca y tal vez el virus no se haya erradicado». Monerris indica que la suspensión «ha sido un mazazo muy gordo» y «un desastre económico».