El Oceanográfic ha asegurado ha anunciado a través de un comunicado a los medios de comunicación que tras el cierre de las instalaciones por la pandemia del coronavirus y aprovechando la ausencia de público, los cuidadores han decidido hacer modificaciones en el programa de enriquecimiento ambiental dando la posibilidad a algunas animales de conocer algunas zonas y otras especies del acuario.

Según explican desde l' Oceanográfic la primera en experimentar esta novedad ha sido la desinhibida Mufasa, una espátula rosada, que ha sido preparada para formar parte del programa Animal Embassador, con el que el Oceanogràfic acerca la realidad de las especies a sus visitantes.

Mufasa ha podido jugar e interactuar con uno de los animales más grandes y más simpáticos del acuario, la beluga Yulka, que se ha mostrado social y comunicativa con este ave de tan curioso pico en forma de espátula.

Sin embargo, a Zazú le pareció muy excitante su gira turística. Zazú es un joven ibis escarlata que, normalmente, tiene mucho desparpajo con los visitantes de público y el túnel de los tiburones y rayas han despertado su curiosidad por estos compañeros de las profundidades.