El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que la celebración de las Fallas en el mes de julio está aún lejos de ser una realidad. De hecho, ha puesto la afirmación en cuarentena. En declaraciones a Televisión Española explicó que «el ayuntamiento propuso celebrarlas a mediados de julio, pero en estos momentos es muy aventurado saber qué va a pasar en los próximos meses».

El consistorio tardó apenas 24 horas desde la suspensión de los festejos en acomodar un plan B para las Fallas de 2020, consistente en utilizar las mismas fechas dentro de cuatro meses, aunque pendiente de una remodelación del programa de festejos, especialmente aquellos que estén condicionados por las altas temperaturas. Para llevarla a cabo existe un margen de cuatro meses para que se produzca todo el proceso ascendente y descendente de la pandemia y una posterior normalización de la vida de la ciudad.

El presidente de la Generalitat aseguró que «en estos momentos es muy aventurado saber qué va a pasar en los próximos meses. Está la voluntad de celebrar este año las Fallas de 2020, pero depende mucho de cómo seamos capaces de derrotar a esta pandemia. Es muy triste que las calles hayan quedado desiertas y la congoja que nos afecta a todos porque es el final de trabajo de todo un año.»

El plan B estaría más cerca del mes de octubre, aprovechando el puente de los días 9 y 12, fiestas autonómica y nacional, respectivamente, que dejaría otro fin de semana completo, con plantá infantil en jueves y cremà en lunes.

Esta otra fecha tiene también sus inconvenientes, porque solaparía las fechas de un ejercicio y otro. De hecho, para octubre ya se tendrían que estar celebrando actos importantes en la vida de las comisiones, como semanas culturales y nombramiento de falleras mayores. También estaría el espinoso tema de la elección de falleras mayores de València, que sufrirían un retraso en el tiempo hasta noviembre como poco, tal como era en los años noventa.

Algunas voces se habían escuchado hasta ahora en ese sentido, más allá de las dudas por el calor que hará en julio, algo que, de todos modos, no es más que extrapolar las temperaturas de Alicante en plena fiesta de las Hogueras. Habían procedido, en todo caso, de los proveedores : orquestas, pirotécnicos... que cuestionan si podrían llegar a todos los pedidos en plena temporada alta de fiestas mayores. También algunos en la sociedad civil, como el veterano político de Izquierda Unida y ex presidente de falla Roberto Ruiz, que sostenía en ese sentido que «los ejercicios falleros de las comisiones, a nivel contable, deberían comenzar en abril para contabilizar las cuotas para el siguiente ejercicio. Sólo habría que hacer una Junta de balance para dar cuentas de los costes provocados por esta suspensión temporal de la semana fallera. Las falleras mayores y presidentes de las comisiones seguirían en sus cargos hasta la semana siguiente de la celebración de las Fallas en octubre. Recordemos que muchas comisiones no tienen representantes hasta pasado el verano, por lo que esta fecha no cambiaría demasiado el calendario interno de las fallas».

Por otra parte, ayer empezó la segunda parte del operativo de retirada de las piezas de los talleres. En concreto, las comisiones tenían hasta ayer para indicar si necesitaban un espacio oficial para trasladar sus fallas. Tanto es así, que se advirtió que, en caso de no pedirlo, a partir de ahora se entenderá que el almacenamiento corre de cuenta de las propias comisiones (independentemente de que se le abonarán los gastos de traslado),

Lo mismo sucede con la Exposición del Ninot. El ayuntamiento va a proceder a retirar y conservar las figuras en cuanto las circunstancias lo aconsejen. En todo caso, las alternativas eran que los propios artistas se los llevaran para almacenarlos por su cuenta o la retirada y almacenaje por los servicios municipales en Feria València, La Marina o cualquier otro almacén municipal.

Ayer, la falla municipal amaneció levantada, recibiendo el impacto de la fina lluvia a la espera de que empiece su desmontaje.