La rotonda «fantasma» de la torre mirador de la entrada a València por la V-21, inaugurada en 2009 como gran hito en el acceso a la ciudad por la carretera de Barcelona, sigue esperando a que el Ayuntamiento de València y el Ministerio de Fomento se pongan de acuerdo para llevar a cabo las reparaciones necesarias previas a la recepción de la obra por parte del consistorio. El coste de los desperfectos en esta rotonda de coste millonario (28 millones de euros) no paran de aumentar. Inicialmente se estimaron en 250.000 euros, pero a finales del año pasado subieron hasta tres millones de euros tras los informes recabados por la concejalía de Movilidad de los distintos servicios afectados (jardinería, arquitectura, ciclo del agua y movilidad).

El coste final de la puesta a punto de la rotonda, sin embargo, podría aumentar de manera considerable cuando se evalúen las reposiciones a acometer en el propio túnel de la rotonda. La estimación del coste se encargó el año pasado a la empresa Pavasal, la contrata de mantenimiento de la ronda norte. El ayuntamiento está ahora a la espera de dicho informe de «patologías actuales» del paso inferior.

Como publicó este diario, el túnel, el revestimiento de trencadís, las pasarelas, ascensores y laminas de agua del paso inferior sufren importantes desperfectos. El año pasado, la Demarcación de Carreteras tuvo que llevar a cabo una actuación de urgencia para reponer la iluminación en el túnel, que estuvo a oscuras durante varias semanas tras el robo de los fusibles y equipos eléctricos.

Una vez completado el informe del coste económico de la reposición de la rotonda de la V-21, cuya torre mirador, averiada y cerrada desde hace una década, destaca en el skyline de la entrada norte a la capital, el ayuntamiento «decidirá cuales son las obras pertinentes» a realizar en la rotonda. Una intervención que, según la respuesta facilitada en el último pleno del ayuntamiento al grupo Ciudadanos por parte del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, se hará bajo «parámetros de usabilidad, atractivo, accesibilidad y sostenibilidad y fácil mantenimiento». Es necesario, apunta el concejal, «reconsiderar con sentido común una obra que se construyó de manera excesiva» por el anterior gobierno del PP. Toda una declaración de intenciones por parte del concejal de Compromís que apunta a una remodelación de la rotonda de entrada de la V-21. Esta autovía está en proceso de ampliación. Las obras del tercer carril arrancaron el año pasado y han quedado en suspenso por el coronavirus.