El Ayuntamiento de València se ha visto obligado a 'congelar' el desarrollo de 134 licitaciones públicas que estaban activas en el momento en el que el Gobierno de España decretó el estado de alarma. La gran reforma de la plaza de la Reina, el millonario contrato de mantenimiento del alumbrado público o decenas de proyectos en los barrios se han visto paralizados por la crisis del coronavirus. Desde el servicio de Contratación, que dirige la concejala Luisa Notario, explican que todos los concursos públicos se retomarán «en el punto en que se paralizaron» en el momento que se levante esta situación tan excepcional.
El Govern del Rialto explica que se vio obligado a tomar esta decisión en el momento en que se decretó el estado de alarma, pues la mayoría de los procesos administrativos no se veían afectados por las restricciones impuestas por el gobierno central. Con el fin de mantener las garantías de todas las empresas licitadoras, el ejecutivo local tomó con rapidez esta decisión para salvaguardar todos los procesos que están en marcha. Además hay que tener en cuenta que numerosos servicios municipales están a medio gas por la necesaria protección de la plantilla ante la amenaza del coronavirus.
La mayoría de las licitaciones congeladas están tramitadas por la concejalía de Servicios Centrales Técnicos y la Junta de Gobierno Local, aunque también existen procesos que corresponden a organismos autónomos del ayuntamiento.
De esta manera, si un concurso estaba a 15 días de su finalización cuando se decretó el estado de alarma, cuando se levante este momento excepcional, seguirán quedando 15 días de plazo. O si una empresa tenía determinados días para resolver cualquier incidencia que hubiera surgido, se aplicará el mismo criterio.
Grandes proyectos a la espera
Entre lo contratos afectados están en el de la remodelación de la plaza de la Reina, con 11 millones de presupuesto, el de la nueva gestión de la ORA con un importe de 28,1 millones de euros o el de mantenimiento del alumbrado público, que ascendía a 13,6 millones.
La paralización de todos los procesos retrasará, lógicamente, todas aquellas obras previstas, como las de reparación del Palau de la Música, varios proyectos Edusi en el Cabanyal-Canyamelar, otras muchas inversiones en barrios procedentes de los presupuestos participativos o contratos de gestión millonarios en centros de día.
Así pues, el estado de alarma abre un paréntesis indefinido en la contratación local. El equipo de gobierno estudia ahora en aprobar una instrucción que determine lo que hay que hacer con los contratos que están en vigor en estos momentos, pero cuya caducidad es inmediata. Lo normal sería prorrogarlos hasta que finalice esta situación excepcional, explican fuentes de Contratación, pero se tendrán que estudiar diferentes casuísticas.
Con todo, el Ayuntamiento de València se ha reservado a través del Cecopal, el Centro de Operaciones Municipal creado a raíz de la crisis del coronavirus, la capacidad de contratar aquellos servicios necesarios para el normal funcionamiento de la ciudad, así como aquellos materiales imprescindibles para mantener la actividad el consistorio. Se tratan de medidas extraordinarias que no atenderán a los procesos administrativos habituales ya que la situación excepcional así lo requiere.
