Un total de 34 colectivos vecinales y ecologistas han suscrito, coincidiendo con el Dia Mundial del Agua, un manifiesto en el que reclaman la culminación del Jardín del Turia y la recuperación de su función hidráulica en un contexto de cambio climático. El jardín, recuerdan, es hoy una de las conquistas ciudadanas más preciadas por los valencianos, conseguida en los años setenta del siglo pasado. Medio siglo después, el proyecto, del que resta el tramo final de la desembocadura, permanece inacabado, apuntan los colectivos vecinales.
Los firmantes apuntan que es posible recuperar el agua y mantener el uso actual del Jardín, como un elemento estratégico en la creación de un sistema de drenaje urbano sostenible. Apuntan que es «inaplazable» revisar y ajustar el proyecto a la actual situación de cambio climático.
También demandan en su escrito la conexión con el frente litoral en el sur y en el norte de la ciudad, mediante un corredor verde, como una medida eficaz y eficiente para contribuir a la captura de dióxido de carbono, a la mitigación del efecto de las olas de calor y a la conservación de la biodiversidad. También demandan la recuperación de la salida al mar a cielo abierto y como prioritaria, la descontaminación del tramo final del río, proporcionando espacios verdes de calidad en los barrios del Grao, Natzaret, la Punta y Moreras.
Los firmantes del manifiesto demandan además más participación en la toma de decisiones sobre las intervenciones a acometer en este espacio estratégico para la ciudad.
Con el paso de los años el proyecto inicial del Jardín del Turia «ha ido desfigurándose», advierten los colectivos ecologistas y ciudadanos. El agua, que tendría que ser protagonista y nexo de unión de los diferentes tramos del Jardín, ha perdido protagonismo, hasta desaparecer totalmente en numerosas partes. Infraestructuras culturales o deportivas han ocupado el espacio hasta la saturación.
Añaden que en el tramo final, los problemas se agravan ya que el Puerto, añaden en su escrito, ha desviado la desembocadura original y ha cubierto la conexión con el mar; el lecho del río entre el Grao y Natzaret, desfigurado por la instalación del circuido de F1, permanece abandonado, con un serio problema de contaminación de suelos .
Los colectivos firmantes recuerdan que la adaptación de la ciudad al cambio climático es inaplazable y «sitúa la finalización del Jardín del Turia en un nuevo contexto con nuevos retos y nuevas prioridades».
Entre los firmantes del manifiesto se encuentra la Federación de Asociaciones de Vecinos y otras entidades vecinales a título individual como las de Natzaret, Cabanyal y la Malva-rosa, así como organizaciones ecologistas como Acció Ecologista - Agró, València per l'Aire, Vilanova del Grau, El Litoral per al Poble y Per l'Horta.
