Hay palabras, expresiones o lemas que de repente irrumpen en nuestras vidas. Llegan sin anestesia y las asumimos con increíble rapidez. La crisis del coronavirus es un buen ejemplo. Hace un mes pocos hubieran descifrado el significado de «frena la curva»; hoy la mayor parte de la población sabe que son el conjunto de acciones individuales y colectivas para detener la expansión del Covid-19.

Así nació hace tan solo 15 días frenalacurva.net, aunque en realidad su principal funcionalidad, un mapa geolocalizado, lleva activo solo una semana. Es una iniciativa que pone contacto a personas que necesitan ayuda en estos momentos de emergencia sanitaria, social y económica, con otras que la ofrecen de manera desinteresada. Un espacio colaborativo gigante, tanto como la red de internet puede albergar, como demuestra el hecho de que en pocos días se han expandido ya a 12 países.

Los ejemplos de colaboración son cientos: si me vecina es una persona mayor que vive sola y necesita que alguien le haga la compra o vaya a la farmacia, pues puedo poner un chincheta en el mapa de frenalacurva.net y que sus vecinos se den por enterados; si sabemos que una familia de nuestro edificio no tiene ordenador ni internet en casa, lo comunicamos para que, quien pueda, pueda paliar esta situación esencial, por ejemplo, para que los pequeños puedan seguir estudiando en casa. Y así cualquier necesidad que detectemos, tanto propia como de alguien que la precise.

Pero también está quien ofrece la ayuda (las propuestas más numerosas): desde clases 'online' para pequeños, realizar la compra o cualquier recado urgente, compartir wifi o asesoramiento en decenas de temáticas diferentes. También puedes poner una chincheta en el mapa. ¿Saben cuántas chinchetas de ayuda se han colocado en pocos días? Ya superan las 2.600, 350 de ellas en la Comunitat Valenciana. Y la cifra crece sin parar.

¿Y quién está detrás de esta iniciativa? «La idea surge del director del Gobierno Abierto de Aragón, Raúl Oliván, que es una persona con una mente bastante privilegiada. Él se plantea desarrollar la iniciativa en el Laboratorio de Aragón Abierto, pero rápidamente se da cuenta que podría superar el ámbito territorial de su región. Y se puso en contacto con varias personas del ámbito de innovación social en todo el Estado, en este caso con el equipo dde Las Naves», nos cuenta Javier Ibáñez, técnico de innovación social del centro municipal dedicado a este campo.

Sin embargo, Ibáñez aclara rápidamente que nadie busca «patrimonializar» esta iniciativa, «por eso no verás ningún logo en la web». Todo el mundo implicado lo está haciendo de forma altruista, aportando su trabajo por el bien común, desde entidades públicas como empresas privadas. En este sentido el centro de innovación de Las Naves está apoyando la iniciativa colaborativa, ya que casa perfectamente con su ideario de acción.

Frenalacurva.net ha crecido como una bola de nieve. Hace 15 días, en la primera «reunión» (ya que se hace todo de manera telémática) eran 15 personas; hoy ya son más de 200 las que están involucradas en la iniciativa. La primera misión del portal colaborativo fue crear un catálogo de todas las iniciativas a título personal o colectivo que estaban proliferando en la red. En pocos días reunieron más de 2.000.

El gran salto de calidad de frenalacurva.net ha sido, sin embargo, la creación de un mapa geolocalizado desde hace una semana. Tomaron como base la plataforma de software libre Usahidi (creada para denunciar vulneración de derechos en África), y en ella se mapean en tiempo real los diferentes servicios ofrecidos por los voluntarios, a lo largo de la geografía española. «Básicamente es de gran ayuda para poner en contacto gente con necesidades con gente que ofrece ayuda. Tanto unos como otros ponen chinchetas con sus anuncios, propuestas o necesidades. En pocos días ya llevamos 2.600 chinchetas», señala Ibáñez. Con todo, se protege la privacidad de las personas, y nunca se dan datos que las pongan en peligro, tan solo localizaciones aproximadas o cuentas de correo electrónico, que gestiona un grupo de moderadores. A partir de ahí, las personas se ponen en contacto.

El siguiente paso de frenalacurva.net es aunar fuerzas con todo tipo de entidades y organizaciones que prestan ayuda, «como las que trabajan con personas sin techo», explica el técnico de innovación de Las Naves. «El reto es articular alianzas con todo tipo de colectivos y organizaciones sociales en estos tiempos tan complicados, porque cuantas más consigamos cerrar, más protección lograremos para las personas más vulnerables», explica Javier Ibáñez.

En cierto modo, la misión de frenalacurva.net es llegar con más rapidez allá donde la Administración le cuesta ser ágil. Sin embargo hay reticencias, ya que algunos responsables públicos ven con preocupación que este tipo de iniciativas se descontrolen y supongan un peligro en tiempo de pandemia. Prefieren que sean «solo los canales oficiales» los que coordinen la ayuda. Lo cierto es que la Administración es lenta y por ello surgió la solidaridad de la gente de manera espontánea. «Juntos somos más fuertes», señala la iniciativa.

Cuestionado por esta situación, Javier Ibáñez explica que frenalacurva.net ha llegado para sumar esfuerzos e insiste que el mensaje más visible en su web es el que apela a la responsabilidad de las personas: «Cumple con las restricciones de las autoridades». Y destaca cómo, desde el ámbito público, se está dando respuesta a título personal. «Tenemos ya una red de funcionarios de guardia, en un día se dieron de alta nada menos que 300 ofreciendo su ayuda a la ciudadanía. Esta reacción es magnífica y esencial en estos momentos», señala.

Junto a Frena la Curva han surgido otras iniciativas de éxito como supervecina.com, otro portal que ha nacido con el mismo espíritu entre comunidades de vecinos. Quizá la lógica evolución de todas estas propuestas es su fusión en una plataforma, si cabe, más potente en la que el pueblo salva al pueblo.

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