El fracaso del proyecto de cooperativas de viviendas impulsado por ADU Mediterráneo en los terrenos del campo de Mestalla es, a juicio de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, la ocasión para reformular el plan urbanístico incluyendo un mayor porcentaje de vivienda pública y dotaciones y revisando las alturas de las torres previstas. Broseta recordó que los vecinos en aras de no perjudicar a los socios del club decidieron en su día no pedir la ejecución de las sentencia que obligaba al Valencia CF a derribar la ampliación del estadio, una obra, recordó «ilegal». Ahora el club debe «actuar en coherencia y responder a la ciudad como lo hicimos los vecinos». «Estamos hablando de una sociedad deportiva que ha tenido unos beneficios que no se han traducido hasta ahora en mejoras para la ciudad». Hasta ahora el club valencianista «ha hecho lo que ha querido» y quizás ahora se debería «replantearlo todo y no solo por el coronavirus», destacó Broseta.
El alcalde, Joan Ribó, ya manifestó ayer en declaraciones a este diario que la crisis del coronavirus obligará a revisar el urbanismo y los proyectos pendientes en la ciudad.
Por su parte, ADU Mediterráneo, que ha perdido la exclusividad en la gestión de la operación inmobiliaria que preveía la construcción de 400 viviendas y un centro comercial en el actual campo de Mestalla, informó ayer en un comunicado de que sigue buscando inversores para salvar la operación. ADU y el club tenían que haber firmado ayer la compra-venta del estadio, sin embargo, el club se echó atrás al no presentar ADU los avales económicos necesarios ni llegar al 75% de compradores potenciales anunciado. Con todo, ADU insiste en formar parte de la operación, a la que ahora el Valencia dará entrada a nuevos inversores.
Según informó ADU en un comunicado, «en las últimas semanas han mantenido reuniones y contactos con diferentes fondos de inversión especializados en este tipo de desarrollos, siendo varios los que han mostrado su interés en acompañar a la cooperativa en este proceso, a través de la adquisición y explotación de los más de 50.000 metros cuadrados del terciario comercial y las2.000 plazas de garaje» previstas.
El centro comercial, para el que ADU ya anunció que tenía un socio inversor, parece ser ahora la tabla de salvación para los cooperativistas, que aseguran que las negociaciones, que incluían un viaje de presentación a Londres, se han visto frustradas por la alarma sanitaria del coronavirus.
ADU Mediterráneo aseguró ayer que en breve confían en poder presentar formalmente al Valencia una propuesta que tendrá «certeza financiera, garantizada por el operador que finalmente desarrolle el terciario comercial y sus diferentes usos». La entrada de un fondo de inversión no desvirtúa, a juicio de ADU,su proyecto de economía social.
