La festividad de la Virgen de los Desamparados no se celebrará tal como estaba prevista en el calendario habitual, marcada para dentro de un mes. Aunque, a día de hoy, la previsión es no oficializar el aplazamiento hasta que pase el actual plazo de confinamiento (hasta el 11 de abril) o que el Gobierno decida, tal como se prevé, ampliarlo, habida cuenta que las curvas de contagios, todo apunta a su prórroga.
La festividad de la Virgen, de este modo, se verá obligada, tal como está sucediendo con otras fiestas, a convertir 2020 en la fecha en la que se «suspendió por primera vez desde la Guerra Civil». Ayuntamiento y arzobispado, que son los coorganizadores de la festividad, están procurando llevar el tema con sensibilidad pero con el convencimiento de que no hay vuelta atrás porque no hay ningún indicativo que lleve al optimismo en ese sentido.
Y es que hay un dato irrefutable: no hay ningún evento masivo previsto en el mundo para el segundo fin de semana de mayo. Ninguna manifestación social, deportiva o religiosa. Por la sencilla razón de que el proceso de reactivación de la sociedad no puede acortar los plazos. Tanto es así, que incluso aunque hoy se llegara al nivel de contagios cero sería más que discutible su celebración.
La idea con la que trabajan ambas instituciones es parecida a la de la Semana Santa: no se trata de un aplazamiento, sino de una cancelación. Con la salvedad de que, una vez liberados de todo peligro, se pueda realizar algún tipo de acto de reparación o acción de gracias. Es decir, una versión reducida, y a decidir, del festejo, bien sea uno de los actos emblemáticos (Traslado o Procesión) o un oficio religioso.
La cancelación de las Hogueras de Alicante, prevista para un mes después, es otro de los indicativos contundentes. Aunque la Virgen no tiene los tangibles económicos de la fiesta alicantina, para las que hacía falta adelantarse dos meses en el tiempo. La cancelación deja en el aire el Mercat de l'Escuraeta.
Todos los actos son masivos
La Virgen de los Desamparados tiene precisamente todos los predicamentos para la cancelación: la práctica totalidad de los actos son masivos, con amplia concentración de público y, por consiguiente, de peligro de nuevos contagios. Las tres sesiones de «dansà», el concierto de la Banda Municipal, el castillo, la Ronda a la Verge y todos los servicios religiosos dentro y fuera de la Basílica (Salve, Descoberta, Misa de Infantes, Traslado y Procesión General).
Otro indicativo es que, por lógica, las falleras mayores y cortes de 2020 ni han iniciado ni van a iniciar los ensayos de una «dansà» que también quedará cancelada.
Cristo de la Fe, Corpus... y Fallas
Detrás de la Virgen de los Desamparados vienen una serie de festividades de barrio, como son las de la propia patrona en la calle Quart (intra y extramuros) y el Cristo de la Fe de la calle Sagunt. El fin de semana del 13 y 14 de junio llegaría la siguiente gran fiesta de la ciudad, el Corpus. Todas estas fiestas están todavía en el aire.
La «festa grossa» marca el límite en el que las Fallas se han marcado como límite para dar el visto bueno a su celebración o no en julio. Más allá de la afirmación de Ximo Puig de que es «aventurado» pensar que se celebren en julio, tienen todavía un margen de espera.
Oficialmente no se trabaja en otro escenario pero, como es fácil imaginar, todo es susceptible de cambio según evolucione la pandemia y, al fin y al cabo, la última palabra la tendrá el Gobierno de España que es de donde, al fin y al cabo, surgió la suspensión de las fiestas populares. Los Sanfermines están en la misma banda de calendario y aún no tienen decisión.
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