La dirección de EMT València y el Comité de Empresa por unanimidad acordaron ayer por la noche trasladar al Ayuntamiento de València el acuerdo para aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) desde mañana 8 de abril hasta el próximo 10 de mayo. Ahora, el Centro de Coordinación Municipal (Cecopal) durante la crisis de la covid-19, formado por el alcalde Joan Ribó, los vicealcaldes y otros miembros del consistorio, han de autorizar este expediente, aunque todo indica que es un mero trámite.

Se trata del primer ERTE en una empresa del sector público valenciano. Las condiciones negociadas por los trabajadores con la dirección de la empresa recogen gran parte de las exigencias de los sindicatos. Según el documento del comité de los empleados, el expediente se aplicará del 8 de abril al 10 de mayo, será de carácter voluntario para todos los departamentos y asegura el 100 % del salario base toda la plantilla, exceptuando los conceptos variables. Además, y según ha podido saber este periódico, los directivos y mandos de la EMT (29 en total) se rebajarán su salario un 10 por ciento mientras dure el ERTE.

A pesar de su carácter voluntario y por semanas (se podrá elegir la aplicación entre una a cuatro), como se explicó anteriormente la EMT priorizará que formen parte de este expediente temporal de empleo las personas mayores de 55 años y con afecciones a la salud conocidas (grupos de riesgo), además de todas aquellas con familiares a su cargo, para facilitar la conciliación.

El expediente de regulación temporal de empleo permitirá hacer frente a la caída de viajeros de más del 90% a causa de las limitaciones de movimiento durante el estado de alarma. Se calcula que las pérdidas durante este periodo son de tres millones de euros. La EMT cuenta en la actualidad con una plantilla total formada por 1.700 personas, de las 1.300 son conductores. Entre jubilaciones parciales y otras situaciones, en activo hay 1.218 conductores.

El ERTE no afectará al abono de las pagas extra de los trabajadores, que las percibirán en su totalidad. El periodo de suspensión no afectará al devengo de antigüedad ni provocará variación alguna en el orden de escalafón, así como a la generación de vacaciones y días de convenio.

Se acepta la vigencia del preacuerdo de convenio acordado el 13 de marzo en su totalidad, una de las cuestiones más discutidas en la negociación y la empresa se compromete al mantenimiento del empleo desde la fecha de finalización del ERTE, no pudiéndose realizar extinciones de contrato ni despidos. Una vez finalizado el ERTE, se recuperará el cobro del 100% del complemento de empresa.

Según el Comité de Empresa, han conseguido un acuerdo aceptable, ya que la empresa ofrecía en un primer momento cobrar el 85 % del salario, además de otras cuestiones. Consideran este acuerdo para el ERTE «un mal menor a la grave situación generada por la pandemia de la covid-19, un acuerdo que ningún representante de los trabajadores quisiera tener que negociar nunca», por lo que los representantes sindicales se han ofrecido voluntarios a formar parte del expediente.

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