La veterana dirigente vecinal María José Broseta está llevando la cuarentena «a rajatabla», atrincherada en su casa del barrio de Russafa de donde sale una vez por semana para hacer la compra en el super, pertrechada de «mascarilla, guantes y todo los necesario». «Es importante seguir las normas del confinamiento porque es la única forma de combatir esta enfermedad y por responsabilidad con el personal sanitario, enfermeros, médicas y médicos, que se están dejando la piel y poniendo su vida en riesgo». Coincidiendo con el Día Mundial de la Salud, Broseta recalca que esta pandemia es la prueba de que «es más importante que nunca defender una sanidad pública y de calidad». Sin recortes. Le preocupa mucho la crisis económica que vendrá, el desempleo de los jóvenes y la situación de precariedad que se puede producir.
