El uso del transporte público crecía en València a buen ritmo hasta el estallido de la crisis del coronavirus. Así, según el Instituto Nacional de Estadística el pasado mes de febrero la red de Metrovalència consiguió un notable aumento del 8,1 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que EMT València también experimentó una subida importante, del 5,9 por ciento.

Sin embargo, el estallido de la crisis de la covid-19 ha hecho saltar por los aires todas las buenas previsiones para 2020, ya que se espera un annus horribilis para el transporte colectivo de personas este año, no sólo por las restricciones impuestas durante el periodo que esté en vigor el estado de alarma, sino porque la vuelta a la normalidad no será igual para la movilidad, pues se seguirán manteniendo recomendaciones de realizar desplazamientos individuales para evitar una segunda oleada de contagios.

En febrero la red de autobuses de EMT València transportó 8.359.000 viajeros en el Cap i Casal, lo que se traduce en un crecimiento del 5,9 por ciento respecto al mismo mes del año pasado y una clara mejoría respecto a las cifras de enero, donde había perdido un 2,2 % de pasaje en la variación interanual. Los autobuses de la compañía municipal continúan siendo el principal modo de transporte colectivo en la capital.

Por su parte, la red de Metrovalència experimentó en febrero una notable subida, ya que aumentó en un 8,1 por ciento la cifra de viajeros. En total se desplazaron con el suburbano 6.048.000 personas, confirmando el buen inicio de año de enero, cuando el pasaje creció un 3 por ciento.

Sin embargo, las buenas perspectivas para el transporte colectivo en València se han visto completamente frustradas por la crisis de la covid-19. Los primeros registros hablan de una caída dramática en el número de viajeros. A falta de confirmar los datos consolidados de marzo, en EMT València hablaban de un descenso del pasaje de más del 90 por ciento, mientras que en Metrovalència daban cifras similares.

Un ERTE hasta mayo

Esta caída de viajeros ha provocado, por ejemplo, el primer ERTE de la historia en una empresa pública valenciana, en el caso de la EMT, que se prolongará en principio hasta el próximo 13 de mayo y afecta a más de 400 trabajadores de una plantilla de 1.700 personas.

Aunque se han reordenado los servicios de metro y bus para programar una oferta similar a la que se hace los fines de semana, se espera que la recuperación de la actividad en los sectores industriales no esenciales mejore las cifras de número de viajeros. Con todo, el «mazazo» para el transporte público puede durar muchos meses, al menos hasta que las autoridades sanitarias levanten la orden de mantener una distancia social de entre uno y dos metros para evitar la propagación del virus.