Tras muchos litigios y proyectos, el Arzobispado de València ha puesto en marcha las obras para acabar con las filtraciones que estaban dañando la Capilla del Relicario, una construcción del Siglo XIX cuya reparación ha precisado de la autorización de la Conselleria de Cultura y del Ayuntamiento de València. En principio, la idea es montar un sobretecho que permita quitar la cubierta de teja de la capilla sin riesgo de que sufra daños por lluvia el conjunto de la catedral. Luego se abordará directamente el tema de las filtraciones y se dará por resuelto uno de los problemas más embarazosos de la seo.

Hasta el momento y ante la falta de acuerdo de las partes, el Arzobispado había tenido que colocar una lona impermeable que evitara la entrada de agua, pero ahora ya han empezado a montarse los andamios para hacer los trabajos de reparación, cuyo plazo de ejecución se ha calculado en tres meses.