La declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad obliga a los gobiernos que avalaron la candidatura a establecer medidas de protección a aquellos elementos básicos que lo conforman. Las Fallas, con la crisis del Coronavirus, se enfrentan no a su desaparición como fiesta, pero sí a un elemento esencial: la profesión de artista fallero. Por eso, los tres gremios profesionales (los de Fallas de València y Burriana y el de Hogueras de Alicante) se reunieron ayer para reclamar dos líneas de ayuda.

Por una parte, al gobierno central, en aras a obtener ayudas tanto del Estado como de Europa. Por otra, a las tres diputaciones. En este caso, pensando en las fallas que no son de València ciudad puesto que ésta sí que dispuso rápidamente de una línea de ayudas por parte del Ayuntamiento: hasta el 30 de mayo tienen de plazo para presentar documentación que les garantizará el cobro del 62,5 por ciento del coste de este año con la condición de destinar la misma cantidad en 2021. En aquel momento, el propio concejal Carlos Galiana hizo ver la necesidad de completar hasta un cien por cien mediante la ayuda de estas instituciones superiores.

Elecciones telemáticas

Por otra parte, la Junta Central Fallera ha recabado el asesoramiento de la secretaría municipal para aceptar las elecciones telemáticas de presidentes de falla, algo que el Reglamento Fallero prohibe, al exigir una junta presencial. Desde el organismo fallero se apela a normas superiores que afecten a las asociaciones culturales para permitirlo y así avanzar en el desbloqueo de las comisiones.