El barrio de Patraix contará con una nueva zona de equipamiento mixto de restauración y gasolinera. La concejalía de Licencias del ayuntamiento ha dado el visto bueno a la edificabilidad en el espacio. Y aunque falta por conceder la licencia de actividades, ya se sabe que se ha pedido tanto para los surtidores como para dos conocidas franquicias: una de comida italiana y otra de comida rápida americana, que disponen ya de otros establecimientos en la ciudad. El proyecto se asentará en un conocido descampado del barrio: el que, en el cruce de Gaspar Aguilar y el Bulevar Sur, emplean como zona de esparcimiento vecinos de la zona para practicar deportes varios.

A pesar de tratarse de una zona pendiente todavía de urbanizar (toda la manzana, hasta la fábrica de Fermax, es un terreno yermo), que además tiene en sus límites el «muro» que supone el mencionado Bulevar el proyecto juega con las previsibles buenas demandas de mercado. Por una parte, las gasolineras: no hay ninguna en la circunvalación desde la zona del Camino de Picanya hasta la de la Creu Coberta y sólo tiene como más cercana una en la calle Campos Crespo, junto a la estación de Zafranar de MetroValencia. Por otra parte, es una zona que, por la cercanía con el Cementerio General y los hospitales Peset y Padre Jofre (además de los meses donde las visitas aumentan por la instalación de un circo en un solar justo enfrente) , dispone de una notable presencia de bares y restaurantes. En la memoria del expediente se añade que el proyecto estaría «al servicio de los equipamientos y oficinas que le rodean».

Ejemplos en la zona

El proyecto, está promovido por la mercantil Ten Brinke Desarrollos, que tiene experiencia en el sector terciario, como el Parque Comercial Puerta de Algete en Madrid o el Parque Industrial Villalonquéjar en Burgos. En la Comunitat Valenciana, sin embargo, estaban más especializados en residencias de alto nivel.

La obra incluye 825 metros cuadros construidos, con una parcela para cada edificio, así como un aparcamiento para 55 plazas, compatible con los usos. La licencia aprobada no especifica el uso de esos edificios, pero ya deja clara su compatibilidad con los servicios de restauración. De hecho, son La Tagliatella y Kentucky Fried Chicken las que allí se asentarán. Son unos módulos que recuerdan, por ejemplo, a los del Camino de Picanya, donde van sucesivamente una gasolinera, un McDonalds y un Lidl.

Licencias en marcha

El visto bueno al proyecto entra dentro del proceso del departamento de licencias del ayuntamiento, a la que el parón de la actividad por la pandemia ha propiciado que no entren nuevas peticiones de aperturas, lo que está sirviendo para ir dando salida a los proyectos presentados previamente, como éste. La edil Lucía Beamud destacaba, en ese sentido, «ir sacando adelante licencias suponen proyectos que generaran puestos de trabajo en el futuro, un aspecto fundamental para paliar la crisis social y económica derivada del coronavirus. Trabajamos para que València pueda recuperarse lo más pronto posible cuando todo pase».