El Ejército ha iniciado hoy el aprovisionamiento de agua potable en asentamientos de chabolas de València que no tienen acceso al suministro público y que, hasta ahora habían estado sobreviviendo gracias al agua para consumo humano que les había hecho llegar Cruz Roja desde que se puso en marcha el estado de alarma por la pandemia de covid-19.

De momento, militares del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD) han repartido 11.000 litros de agua en once depósitos instalados por la empresa concesionaria del Ayuntamiento de València Obremo en cuatro de esos asentamientos, ente ellos, el ubicado en La Punta, donde reside una comunidad de más de cien personas. A lo largo de los próximos días, llevarán agua a depósitos instalados en otros asentamientos de València, en los que en este momento habitan alrededor de 600 personas.

El primero en recibir el agua ha sido el núcleo de infraviviendas de Pare Presentat, próximo a la estación de tren de la Font de San Lluís, donde Obremo había instalado ya dos depósitos de 1.000 litros cada unos. En ese punto están viveinda 20 personas, todas ellas de una misma familia, que recibieron con muestras de agradecimiento el agua, aunque en un pimer momento se sorprendieron al ver llegar la comitiva formada por el Ejército de Tierra, la Policía Nacional y las furgonetas de la concesionaria que ha instalado los depósitos.

Esos aljibes serán rellenados de nuevo cada 10 días por parte del Ejército, que ha actuado a petición del ayuntamiento valenciano y en compañía de varias dotaciones de la Policía Nacional para garantizar que la operación se desarrollaba sin contratiempos.

Fuentes del Ejército han informado de que en los días previos se han realizado labores de reconocimiento de las zonas donde se ubican los depósitos y de cómo está la gente. Para el día de hoy, el CGTAD ha activado un camión cisterna, un vehículo de apoyo y uno de Capitanía.

Antes de poder rellenar los aljibes, los trabajadores de Obremo han vaciado con bombas de agua el sobrante acumulado y los han desincrustado y limpiado a fondo, incluyendo un hiperclorado para garantizar a potabilidad del líquido. Después, los militares los han aprovisionado desde su camión cisterna.

Hasta ahora, las personas que viven en ese tipo de núcleos de infraviviendas se surtían de fuentes públicas, pero el inicio del estado de alarma obligó a cerrarlas por salud pública, por lo que Cruz Roja inició el reparto de agua embotellada hasta que han podido ser instalados los actuales depósitos.

Además de los dos depósitos en Pare Presentat ya mencionados, se han llenado los seis ubicados en la zona de Entrada Pedrós (La Punta), otros dos en Gallineta y otro en Camí Vell de Torrent.

En ese sentido, desde el Ayuntamiento han confirmado que para asegurarse de su inocuidad, además de la limpieza y desinfección de los depositos, se han precintado los que se consideren "no adecuados para su uso".

Para ello, se han instalado medidas de protección necesarias y se han señalizado de forma visible los depósitos como puntos de almacenamiento de agua para abastecimiento, y a diario se realiza una comprobación tanto de su estanqueidad como de la no incidencia de luz solar directa, ya que esta contribuye a la evaporación del cloro, por lo que dejaría de ser considerada apata para el consumo humano.

También a diario, se revisan los desagües de dichos depósitos para eliminar, si los hubiera, posibles elementos que pudieran obturarlos y se toman medidas de la temperaturas y cloro residual libre de cada depósito para "llevar una vigilancia sanitaria de los mismos", afirman fuentes municipales.

Igualmente, se realiza un control rutinario estadístico, con muestras de dos asentamientos diariamente, en función del número de depósitos para realizar análisis de control en laboratorios. En caso de que hubiera cualquier incumplimiento en los requisitos, se procederá a subsanarlo, según las mismas fuentes.

La concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, por su parte, ha explicado a EFE que están realizando "una atención muy específica a las personas que viven en asentamientos de infravivienda en la ciudad", a los que se garantizan menús de comida diarios y atención sanitaria (con toma de la temperatura) tres días a la semana.

"También se está garantizando el acceso a agua potable a toda esta población, con la instalación de fuentes públicas lo más cerca posible de estos lugares y de varios depósitos de agua para higiene y limpieza en aquellos lugares sin acceso a fuentes y la distribución de agua embotellada para el consumo", ha añadido.

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