Hosteleros, vecinos y responsables municipales de València han llegado a un acuerdo para beneficiar a bares y restaurantes, permitiendo bajar mesas y sillas a la calzada y agilizando la concesión de terrazas a aquellos establecimientos que no las tienen, que serían los más perjudicados en este proceso de desescalada. La idea es llevar a cabo este plan de manera puntual y barrio por barrio, nunca de forma generalizada, tal como propusieron los propios vecinos en su anterior encuentro con el alcalde de València, Joan Ribó. De ahí que se haya convocado una nueva reunión el próximo lunes en la que se presentarán las zonas concretas y la forma de hacerlo.

En la reunión de esta tarde, presidida por la concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, han estado presentes representantes de la Unión Gremial, Federación de Hostelería y la Federación de Asociaciones de Vecinos de València. Todas las partes comparten la idea de que hay que ayudar al sector hostelero en la actual situación de crisis, a la vez que hay que garantizar derechos fundamentales de los vecinos y vecinas como el derecho al descanso.

En principio, hay consenso para ampliar el espacio de las terrazas, que podrán abrir a partir del próximo lunes con el 50% de aforo. Para ello se ha llegado al acuerdo de preservar la zona de viandantes, es decir, no quitar espacio a los peatones, y ganar espacio en la calzada, quitando zona de aparcamiento a los coches, una medida que ya se ha puesto en marcha en otras ciudades e incluso en València, concretamente en la Plaza del Mercat y próximamente en la Plaza del Ayuntamiento.

Además, se intentará agilizar la concesión de licencias a aquellos bares y restaurantes que no tienen terrazas en la actualidad, que según Lucía Beamud, serían los más perjudicados en esta primera fase de la desescalada.

En cualquier caso, la idea no es hacer una ampliación general en toda la ciudad, sino estudiando barrio por barrio y con la idea de que se trata de medidas puntuales que se revertirán cuando acabe la actual situación de crisis sanitaria. Ahora, por tanto, se hace necesario determinar en qué zonas, barrios o calles es posible adoptar estas medidas. De ahí que se hayan emplazado a una nueva reunión el próximo lunes para hablar de esos detalles. La concejala Beamud ha dicho que «desde la delegación de Espacio Público vamos a trabajar en base al consenso y al diálogo para encontrar la mejor solución a la actual situación y poder salir todos juntos de ella».

A falta de concretar

En esa cita, los hosteleros y los vecinos harán sus propuestas sobre las zonas donde se pueden bajar terrazas a la calzada, que seguramente no serán las que ya están saturadas de locales, como Russafa. Y la concejala llevará la fórmula para hacer posible esas medidas.

En principio, para la concesión de las nuevas terrazas se baraja la posibilidad de abrirlas solo con el informe técnico, sin necesidad de esperar a la resolución final. Y para la ocupación de la calzada se baraja la opción de alcanzar un acuerdo plenario que deje en suspenso las ordenanzas que en este momento dificultan esa posibilidad.