El balance del plan Re-Activa del Ayuntamiento de València, dirigido a apoyar a los autónomos y las pequeñas empresas afectadas por la crisis del coronavirus, ha sido mal recibido por el colectivo, que considera insuficiente la partida de 3,7 millones de euros y «ridículo» el número de beneficiarios finales: 1.096 de los más de 14.000 que la solicitaron. Es decir, el 92% quedaron fuera.

Rafael Torres, presidente de la Confederación de Comercio Confecomerç, ha lamentado el resultado de la iniciativa municipal y ha pedido un plan B para salvar el comercio de la ciudad, autónomos y pequeñas empresas que han dejado de tener ingresos de un día para otro. «Estas ayudas están muy bien, muchas gracias al ayuntamiento, pero si no hay un plan B no haremos nada. Esto es una tirita para contener una hemorragia», advierte.

Torres ha explicado en primer lugar que las 14.000 solicitudes presentadas son una mínima parte de las 100.000 actividades de este tipo que hay en València. A su juicio, no se han presentado más porque hay mucho «desconocimiento» entre los posibles afectados y porque el sistema es «farragoso».

Asegura, en todo caso, que los 3,7 millones destinados a esta primera fase y el millón y medio anunciado para una segunda se han demostrado «absolutamente insuficientes». «Es verdad que han sido los más rápidos, pero son insuficientes», recalca.

Y luego asegura que la manera de adjudicar las ayudas ha sido «caótica», por orden de entrada y hasta finalizar el presupuesto.

Imaginación o drama

Rafael Torres pide, por tanto, que se potencien estas ayudas resolviendo estos problemas y, sobre todo, incrementando la partida. «Si no hay dinero habrá que ver otras fórmulas», dice, porque «si la única salida es que el Estado permita gastar el remanente del año pasado, posiblemente no lleguemos». «O tiran de imaginación o esto es un drama».

Una posibilidad, a su juicio, sería aprovechar partidas de inversión que no se van a ejecutar, dando prioridad absoluta a la salud, la actividad económica y el empleo. «Sacar otra partida de 1,5 millones apenas dará para otros 300 beneficiarios y eso es nada para la necesidad que hay», insiste el presidente de los comerciantes, que asegura que «el Ayuntamiento de València, con un presupuesto de mil millones de euros, podría hacer algo más».