El Ayuntamiento de València debate hoy en el Pleno si se crea una figura para proteger a las futuras generaciones ante las distintas iniciativas políticas y gubernamentales. El vicealcalde y regidor de Ecología Urbana, Sergi Campillo, es propone esta iniciativa mediante una moción al Pleno. Campillo explica que se trata de instar en los gobiernos e instituciones a que tengan en cuenta en sus decisiones y actuaciones el impacto en las generaciones futuras. "Hay que repensar y ser solidarios con las generaciones que vendrán y tener claro que todas las acciones que basura ahora tendrán una repercusión del futuro".

La moción que se debate se dirige a las Naciones Unidas, al Parlamento Europeo, al Congreso de los Diputados y a las Corts Valencianes como representantes de la soberanía popular para la creación de la institución del Defensor/a de las Generaciones Futuras. También propone dar traslado del acuerdo al Gobierno del Estado, en la Generalitat Valenciana y a la Sindicatura de Greuges de la Comunitat Valenciana.

Al menos 13 países del mundo cuentan ya con esta figura que vela por la protección del futuro del planeta, entre ellos Alemania, Francia, Finlandia, Suecia, Canadá, EE. UU., Chile y Nueva Zelanda, entre otros. El Ayuntamiento de València se sumaría así a esta medida que está impulsando en España la Fundación Savia y que cuenta ya con el apoyo de más de 200 consistorios.

El vicealcalde y regidor de Ecología Urbana, Sergi Campillo, destaca la importancia de que València participe en esta iniciativa "que está en consonancia con las políticas de desarrollo sostenible que estamos impulsando desde el gobierno de Joan Ribó". Según explica, "no nos estamos refiriendo a los jóvenes de ahora sino que estamos pensando en las próximas generaciones que tendrán que cargar con las consecuencias de las decisiones que estamos tomando ahora y que afectarán a su supervivencia y bienestar".

Campillo se pregunta qué hubiera pasado si en su momento alguna figura, como esta que ahora se propone, hubiera alertado del abuso de las energías fósiles y sus consecuencias para el calentamiento global, o hubiera advertido sobre el consumo de plásticos y nos hubiera obligado a repensar nuestro modelo de desarrollo". "Se trata de tomar conciencia de que nuestros nietos y bisnietos van a sufrir y mucho las consecuencias de unas decisiones erróneas que han provocado un crecimiento económico sin tener en cuenta las consecuencias ambientales y, a la larga, sin tener en cuenta la capacidad de supervivencia del ser humano en este planeta", ha concluido Campillo.