A pesar de que la oposición ha pedido un Pleno extraordinario y monográfico sobre la plaza del Ayuntamiento, Partido Popular, Ciudadanos y Vox aprovecharon el ordinario de ayer para reclamar la paralización de las obras de peatonalización provisional mediante elementos de urbanismo táctico y cargar contra la gestión de Giuseppe Grezzi, el concejal de Mobilitat Sostenible. Cada grupo tenía preparado su posible titular. Para el PP la reforma 'blanda' es un canto al «feísmo»; para Cs la futura plaza roja (por la repavimentación que hará Desarrollo Urbano) se ha convertido en la «plaza negra»; y Vox la bautizó como «la plaza de los tubarros», en relación a los maceteros.

En el fondo de la cuestión, la oposición criticó el procedimiento de cómo se ha llevado a cabo esta remodelación y el resultado, por lo que María José Catalá, portavoz popular, exigió un dictamen del Consell Valencià de Cultura y la Real Academia de San Carlos sobre si es adecuada la actuación. Giuseppe Grezzi recordó que la Comisión de Patrimonio ya autorizó los trabajos y dijo que está «encantado» de que otras instituciones den su opinión. También defendió que todos los procedimientos son legales e invitó a la oposición a ir a los tribunales si así lo considera. El PP, que ya ha consultado a Antifraude, dice que estudiará su traslado a la fiscalía.

Guiños al PSOE

PP, Cs y Vox basaron su estrategia en el Pleno en un intento de dividir al gobierno municipal, lanzando guiños al PSOE para que aceptara la paralización de la plaza y se desmarcara de Compromís. Pero el PSPV, que es parte fundamental en esta modificación provisional al encargarse del asfaltado (que llegará en unas semanas), hizo oídos sordos a las sugerencias de la oposición. De hecho la vicealcaldesa Sandra Gómez ya lidera la reurbanización definitiva de la plaza, con un proceso de participación que ya se ha hecho y el futuro concurso de ideas, además de la licitación de las obras. Si en el pasado hubo grietas entre Compromís y PSPV a cuenta del urbanismo táctico, en este mandato esas diferencias se han soldado y ambos partidos creen que es necesario recuperar espacio público con urgencia a base de actuaciones provisionales o blandas.

El primero en lanzar el gancho al PSPV fue Narciso Estellés, de Ciudadanos. «Se trata de que se paralice la plaza roja hasta que no quede claro todo y el alcalde no comparezca. Es la plaza del macetazo y el scalextric, que critican vecinos y expertos. Se ha hecho a capricho y dedazo, sin consenso. La plaza negra es la del contrato a dedo, de decisiones oscuras y de la trama de la EMT, la estafa y la mala praxis. Es una plaza negra con un contrato menor a una sola empresa de paisajismo y con un macetazo que no coincide con el diseño original, que da pie a una modificación de 8.000 euros».

«Intervención bochornosa»

María José Catalá se centró en el aspecto estético. «Es una intervención bochornosa para toda la ciudad. Compartimos cosas con Ciudadanos, como la paralización de las obras, pero vayamos a más y escuchemos a los profesionales. Convoquemos un concurso para dar solución al feísmo, porque es nuestra carta de presentación. Es una falta de aprecio al patrimonio de la ciudad. Pedimos al Consell de Cultura y la Academia de San Carlos que den su opinión sobre el mobiliario», solicitó, además de criticar el coste hasta el momento de 700.000 euros, a falta del asfaltado.

Vox elevó el tono, no solo el volumen. Su concejal Vicente Montañez llamó a Grezzi «kamikaze del urbanismo», porque va a conseguir que la plaza del Ayuntamiento «sea conocida como la plaza de los tubarros. ¡Está lleno de tuberías!». Además, asegura que la EMT, que ha realizado las obras, «es una empresa oscura y siniestra».

Pero Grezzi, como de costum

bre, no se amilanó ante las críticas y replicó con serenidad. El edil recordó a la oposición que hablar de tramas «puede generar calumnias e injurias», y que si tienen pruebas vayan a los tribunales. «En el perfil del contratante tienen toda la documentación y tienen pocas ganas de trabajar», aseguró.

«La gente está exultante»

Además lamentó que la gran aportación de la derecha en el año 2020 «es que vuelvan 10.000 coches a la plaza del Ayuntamiento», y recordó que la actuación es transitoria y que se va a hacer un concurso de ideas. «Vienen aquí a hacer demagogia. La gente está exultante de tener esta plaza ahora mismo, lo vemos en las calles. A ustedes no les interesa, solo quieren atacar a mi persona. Cuando no tenga el apoyo del gobierno o el alcalde, me iré. Pueden denunciar, pero es correcto y legal».

Grezzi también explicó que la plaza ha obtenido el dictamen favorable de Patrimonio y preguntó a Catalá si ponía en duda su trabajo, aunque la edil popular aclaró que lo que pedía era una resolución sobre el proyecto final y no sobre el inicial. Además Grezzi aceptó «encantado» que Consell y Academia la evalúen.