La creación de una bicefalia en la secretaría general es la gran novedad en la confección del equipo directivo de la Junta Central Fallera que presentó ayer el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana. Un equipo que tiene también como características que tanto esta doble secretaría como las vicepresidentas son sólo mujeres. «Personas de mi entera confianza» o que «conozco desde hace mucho tiempo» en palabras del concejal. A éstos se les sumará Javier Tejero, «rescatado» de la defenestrada última directiva de Pere Fuset una semana después de anunciar la no continuidad a todos ellos, con atribuciones -patrimonio, juntas locales, incidencias y preparación de Congreso Fallero-, lo que cabría considerarlo como una «vicepresidencia sexta». Son delegaciones especialmente complicadas, de las que ha liberado en gran medida al resto de directivas.

La bicefalia estará formada por un cargo pendiente de aprobación en la junta de gobierno local (que se conseguirá sin problemas), de perfil técnico como coordinadora para la organización de concursos y licitaciones, incidencias y patrocinios. Y por otro, la secretaría general más «tradicional», de relación con las comisiones de falla. Para la primera presenta a la licenciada en derecho y oficial de notaría Carmen Martínez Ferrer y para la segunda a la que fuera presidenta de José María Bayarri-Los Isidros, Carmen Blasco Lucas.

Las vicepresidencias serán para Cristina Estévez Mariñas (festejos y actos oficiales), Amparo Sospedra (cultura), María Tomás (medios de comunicación), Lucía Morales (protocolo) e Inma Guerrero (infantiles, juveniles y deportes).

Cristina Estévez ya fue vicepresidenta en el último tramo del PP con Francisco Lledó y durante los últimos cinco años ha sido especialmente crítica con la gestión de Fuset, periodo en el que ha continuado como miembro de la JCF, pero sin asignarse a ninguna delegación. E Inma Guerrero regresa después de haber sido vicepresidenta con Fuset anteriormente.

En ambos casos sin embargo, regresan con atribuciones diferentes. En el primer caso, para la habitual vicepresidencia de festejos y actos, donde se tendrán que reconducir los actos a la «nueva normalidad» o versionar algunos de los ya existentes. E Inma Guerrero regresa, pero no para Cultura (su espacio natural fallero), sino a aspectos más relacionados con su carrera profesional de docencia.

María Tomás, que el año pasado ya ejerció de delegada de medios de comunicación tenía ya un amplio margen de maniobra y gestión, que ha sido ampliamente alabada. Lucía Morales estará al frente de protocolo. Hace dos años, su hija Lucía Serrano estuvo en la corte de Rocío Gil.

Cultura irá a parar, una vez más, a una persona del mundo del teatro. En este caso, Amparo Sospedra, con tres «saragüells» en su haber cuya relación con Galiana es tan grande como que han compartido el grupo de teatro en Sevilla-Denia.