El PAI de Benifaraig, una de las pedanías valencianas enclavadas en la huerta, se ha reactivado y esta semana se han puesto en marcha los trabajos de urbanización de esta pastilla de suelo situada en la frontera de la población con los campos de cultivo , donde está prevista la construcción de 45 viviendas adosadas. La reactivación de este PAI, cuya reparcelación fue aprobada en 2018, sin embargo, ha suscitado las quejas vecinales, no por las nuevas edificaciones sino por la «muralla» que el urbanizador está instalando para aislar a las futuras viviendas del ruido de los coches que usan la calle principal de Benifaraig y travesía de la CV-315 (camino de Montcada).

La pantalla a base de grandes piezas metálicas que está colocando el urbanizador en la calle Palma de Gandía (recayente a la cv-315) y que, según explican los vecinos, sería permanente y una exigencia del propio ayuntamiento, «tiene un gran impacto visual sobre el entorno protegido de la huerta», explica Paula San Nicolás, una de las vecinas. «En un contexto de cambio climático, añade, las medidas que se deben adoptar son pacificar el tráfico, no construir murallas para aislarnos del ruido de los coches».

Además de las 45 vivienda adosadas, el PAI prevé la creación de una espacio verde ajardinado de 985 metros cuadrados, que «incluirá una zona de juegos infantiles y otra de ejercicios para mayores. El ámbito de actuación es la zona situada entre las calles Palma de Gandia, Massamagrell, Llosa del Bisbe y Venta del Moro de Benifaraig.