En su primer año como diputada provincial, Mentxu Balaguer, se plantea como objetivo que las bondades de las Smart Cities lleguen a los 266 municipios de la provincia, ya sean grandes o pequeños. Todo ello para «mejorar la calidad de la vida de las personas», asegura.

P ¿Cuál es el objetivo de la Diputación de València con las Smart Cities?

R Cada vez más los ayuntamientos, las mancomunidades y los consorcios están más familiarizados con el concepto Smart Cities, que no es nada más y nada menos que ser eficientes los servicios municipales, por ejemplo de alumbrado, alcantarillado, control de tráfico o control de la eficiencia de los edificios entre otros, y trabajarlos en red para analizar los datos para conocer cómo está funcionando y mejorar su rendimiento. La tecnología nos debe ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas analizando los datos que nos aportan las mediciones para transformarlos en acciones para la eficiencia energética, la movilidad sostenible o la lucha contra la contaminación. Paralelamente lo que trabajamos desde la diputación es que todas las experiencias smart estén conectadas en una misma plataforma que sirva de referencia para otros municipios.

P ¿Por qué en una plataforma de la diputación?

R Los ayuntamientos quieren ser propietarios de los datos generados por sus servicios para no atarse a proveedores, y la Diputación de València quiere proporcionarles la tecnología para conseguirlo. La recolección de gran cantidad de datos permitirá analizarlos y compararlos en conjunto para facilitar y mejorar la toma de decisiones. Poder comparar la eficiencia de un mismo servicio entre todos los municipios de una misma provincia es un reto que hasta ahora no se ha conseguido, y que permitirá replicar buenas prácticas, consiguiendo mejores servicios, mejorando coste, sostenibilidad y orientación a la ciudadanía.

P ¿Cuáles son las necesidades que pueden cubrir los municipios con los proyectos Smart Cities?

R Integrar, convivir con la tecnología para optimizar la movilidad, la accesibilidad, la información o la gestión de los recursos públicos, por ejemplo. Son muy variados los proyectos de los ayuntamientos desde el control del agua en una piscina o control de riego en los jardines del municipio. La diputación, además de la subvención, ofrece el asesoramiento gratuito en los ayuntamientos a través de un convenio con AVAESEN. Son muchas las experiencias de ciudades inteligentes que ahora están en marcha desde la administración estatal, autonómica y las empresas privadas, y por tanto es un camino que todos los municipios tienen que poner en marcha para ser más eficientes, seguros y sostenibles. Estas son unas ayudas que las tenemos que ver, no como subvenciones a proyectos locales, sino como una herramienta más de cohesión territorial y de colaboración entre los municipios y la diputación, porque aquello que es bueno para una localidad, trabajando juntos creando sinergias, también es bueno para los pueblos de su alrededor y su comarca.

P ¿Qué proyectos pueden presentarse?

R En 2018 salió la primera convocatoria con un presupuesto de 250.000 euros. El año pasado ya lo aumentamos hasta llegar a los 750.000 euros, y este año destinamos 1 millón de euros. En 2018 se atendieron 16 proyectos con el presupuesto de 250.000 euros. El año pasado con 750.000 euros se cubrieron 39 proyectos, ahora con 1 millón se podrán subvencionar entre 50 y 70 proyectos, puesto que no todos llegan a los 20.000 euros, que es el máximo subvencionable por proyecto. Por ejemplo, el año pasado se subvencionó una estación meteorológica en l'Alcúdia con 1.600 euros o un proyecto a Montserrat con 18.000 euros para sensores de gestión de tráfico rodado y movilidad, un proyecto de Paiporta de 30.000 euros para controlar el consumo del alumbrado público u otro de 30.000 euros de Bellreguard para controlar el riego de parques y jardines.

P ¿Cómo se consigue ser una Ciudad Inteligente?

R Para conseguir realmente un territorio Smart, son las propias entidades locales las que tienen que tener la iniciativa e iniciar su transformación hacia una ciudad inteligente, iniciativa que en ocasiones no puede ser acometida por falta de recursos económicos. Es por este motivo que, para fomentar la estrategia Smart de las entidades locales de la provincia de València, la diputación ha puesto en marcha la tercera edición de esta línea de subvenciones con destino a la adquisición de dispositivos inteligentes que envíen sus datos a la plataforma de la diputación.

P ¿Está todo basado en las nuevas tecnologías?

R Ya no podemos hablar de nuevas tecnologías, es una de las muchas conclusiones que hemos sacado del confinamiento. La tecnología ya forma parte de nuestra vida y todos los municipios, grandes y pequeños, tienen que integrarla. En esta convocatoria se subvencionarán proyectos hasta 20.000 euros con un 80 % del presupuesto presentado.

P Este año se llega a la tercera edición de la convocatoria de las Ciudades Inteligentes. ¿También van destinadas a grandes ciudades?

R A veces se ha asociado los proyectos Smart Cities a las grandes ciudades, pero desde la Diputación de València, desde la línea de subvenciones en las Ciudades Inteligentes, queremos llegar a los 266 pueblos de la provincia. Lo que queremos es acercar la tecnología al servicio de las personas mejorando los servicios municipales, que son prestados por los ayuntamientos sea cual sea su población. En definitiva, debemos implementar soluciones tecnológicas para mejorar la vida de la ciudadanía haciendo de nuestros pueblos y ciudades de espacios más sostenibles, habitables y amables, adaptándose a las circunstancias y necesidades de cada municipio.