El Ayuntamiento de València defiende en la documentación que acompaña la segunda fase de exposición al público del nuevo plan especial del Cabanyal la construcción del hotel de 15 plantas y la mezcla de arquitectura moderna y tradicional en la primera línea del frente marítimo. La respuesta de los redactores del plan especial, los urbanistas Gerardo Roger y Luis Casado, al informe de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa de 16 de diciembre de 2019 que cuestionaba el hotel y los volúmenes previstos por el plan, publicado por Levante-EMV, es contundente. Roger y Casado defienden la necesidad de esta construcción terciaria para hacer económicamente viable el plan y su armonía con el entorno frente a otras construcciones como el balneario de las Arenas.

El informe que el área de Planeamiento Urbanístico de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Transición Ecológica emitió en diciembre de 2019 en respuesta a la solicitud del Ayuntamiento de Valencia de febrero de 2019 de informe en relación al plan del Cabanyal trastocó los planes del gobierno municipal, que sin embargo, mantiene la idea de construir el hotel.

Los redactores del plan aseguran que el hotel de 15 alturas es una actuación «singular» que «cumple estrictamente los requisitos establecidos en el artículo 30 de la Ley de Costas, pues se trata de un edificio único de morfología oblonga orientado perpendicular a la playa». «Para nada genera una pantalla arquitectónica ni acumula volúmenes arquitectónicos, como sí podría considerarse el actual Hotel Las Arenas, sino más bien todo lo contrario, pues se conforma como un hito de referencia espacial para el Barrio», recalcan Roger y Casado.

Los urbanistas vuelven así sobre las críticas recurrentes a la remodelación del histórico balneario, subastado por el ayuntamiento en el año 2000,cuya volumetría fue alterada por completo para dar cabida a un hotel gran lujo y del que solo se salvó la piscina de estilo racionalista.

Arquitectura «monótona»

Con respecto a que su altura difiere de la media de la zona, «cabe señalar que precisamente ese objetivo de hito urbano, de elemento de referencia para el barrio, es lo que se persigue», aducen los autores del plan especial. Consideran además los urbanistas «más que discutible» la opinión de los técnicos de Costas sobre la «armonía» edificatoria «mediante la disposición de alturas iguales para todas las edificaciones» que propone el ministerio y que, a su juicio, es una opción «monótona y anodina».

Recuerdan en este punto que el Plan Especial La Marina Real Juan Carlos I formulado por la institución portuaria del Estado, aprobado en noviembre de 2014 e informado favorablemente, prevé siete plantas de edificación en la pastilla triangular de titularidad del puerto de València que se inserta en el ámbito del PEC y cuya cesión reclama el ayuntamiento. También lamentan los redactores del plan especial que Costas ponga peros al hotel de Eugenia Viñes mientras ampara el hotel de hasta 30 plantas, «el doble de las previstas en el del plan especial del cabanyal», que se contempla en suelo de dominio público en la Marina de València.

Sobre la formación de pantallas por los edificios de cinco plantas previstos en el plan, los redactores aducen que «no se pueden formar pantallas cuando las alturas preexistentes en las edificaciones ubicadas en el frente de la fachada a la calle Doctor Lluch disponen de siete y ocho plantas o en el bloque de Portuarios que tiene actualmente siete plantas.

Recuerdan además que tras un primer periodo de información pública se han asumido alegaciones formuladas por diversas asociaciones de vecinos y se ha procedido a reducir a tres plantas la altura de las nuevas edificaciones en la primera línea de playa, por lo que dan por zanjadas esta parte de las alegaciones de Costas.