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Al rescate de la muralla islámica

La primera intervención del plan de la muralla de 2004 permitirá visitar el monumento defensivo

Al rescate de la muralla islámica

Casi dos décadas después de la aprobación del Plan de la Muralla islámica de València, el ayuntamiento impulsa la primera de las actuaciones de cirujía arqueológica y urbana previstas en este ambicioso proyecto de recuperación del monumento defensivo, joya del patrimonio histórico caída en el olvido. Es el arranque del citado plan de la muralla, presentado en 2004 por la Conselleria de Obras Públicas tras un arduo proceso de debate y negociación ciudadana que dio la vuelta al plan inicial, que preveía el derribo de medio centenar de viviendas adosadas al lienzo de la muralla y la construcción de edificios institucionales y de oficinas.

Tras años de atasco por la falta de financiación y la complejidad que reviste la obtención, vía compra o expropiación, de los solares y edificios privados afectados por el plan, el Ayuntamiento de València acaba de aprobar el proyecto de rehabilitación y puesta en valor de la muralla islámica en uno de los tramos donde mejor se ha conservado: la plaza del Ángel. Se trata de una de las cuatro unidades de ejecución que contempla el plan de la muralla, donde se conserva un tramo de la muralla y un torreón circular y donde se encontraba la posada del Ángel, de origen medieval y derribada tras la riada de 1957, generando un gran patio interior de manzana que ahora se convertirá en jardín arqueológico. Un museo de la muralla al aire libre, casi sin precedentes en la ciudad más allá de la «ventana arqueológica» de la plaza de los Pinazo, donde se ven las ruinas de lo que fue el portal de los judíos de otra muralla, la cristiana, del siglo XV.

En el jardín arqueológico de la plaza del Ángel las ruinas quedarán a la intemperie. Se podrán ver las restos del foso (que se recreará con una lámina de agua), la barbacana y otras partes de la fortificación. Al recorrido arqueológico se accederá a través de un moderno centro de interpretación de tres alturas con terraza-mirador y una pasarela que permitirá a los visitantes subir a la parte alta de la muralla, que en este punto tenía casi nueve metros de altura y 2,2 metros de anchura, y contemplar la ciudad desde donde lo hacían los guardianes de la Balansiya islámica del siglo XI.

A diferencia de la muralla cristiana (derribada hasta los cimientos en 1865 y de la que solo se salvaron las torres de Serrano y las de Quart), la muralla islámica ha sobrevivido durante siglos embebida y oculta por la trama urbana de Ciutat Vella, aflorando de manera perseverante en obras de reforma o construcción de edificios como restaurantes, tiendas, pubs, edificios universitarios y viviendas particulares, donde el potente muro de piedra que defendió a la ciudad durante siglos se ha conservado con mayor o menor acierto.

La ejecución por parte del ayuntamiento de la primera de las cuatro unidades de ejecución del plan de la muralla, redimensionado para hacerlo más viable en el plan especial de Ciutat Vella, es «un paso definitivo» para la recuperación del monumento, aseguró el pasado mes de mayo el alcalde, Joan Ribó (Compromís). El ayuntamiento financiará la intervención en la plaza del Ángel, con un presupuesto de 3,4 millones de euros.

Sabedor de la complejidad por su singularidad de la intervención, el ayuntamiento ha organizado visitas a la muralla para los equipos que quieran optar al desarrollo del proyecto, que no se ha dividido en lotes precisamente para garantizar su correcta ejecución y coherencia. Antes de la consolidación de la muralla, que tendrá que someterse a un intenso proceso de limpieza de los liquenes, hongos y vegetación que han proliferado en sus paramentos y de eliminación de elementos impropios, se llevará a cabo un excavación arqueológica, que podría deparar nuevas sorpresas.

El proyecto de restauración y museográfico de la muralla islámica, desarrollado por un equipo coordinado por Julián Esteban Chapapría, Elisa Moliner y Luis Manuel Almena, tiene por objeto recuperar la memoria de la muralla del siglo XI. El criterio principal «es facilitar la comprensión de la conexión entre la ciudad del pasado y la Valencia actual», explican los autores del proyecto de intervención.

La propuesta de intervención aprobada el mes pasado por el ayuntamiento, y en trámite de contratación, detalla como será este jardín-museo arqueológico esperado desde hace décadas especialmente por los vecinos del barrio del Carmen, por cuya trama discurre la muralla.

El centro de interpretación será clave para entender el recorrido, que arrancará en la planta semisótano, donde se explicará la historia de las murallas de València, una ciudad que tuvo hasta tres recintos fortificados (el de época romana, la islámica y la muralla cristiana).

En la planta baja se explicará como era la muralla andalusí de Balansiya. En la primera planta se narrará la historia y evolución del barrio del Carmen. La segunda planta está pensada como un área de descanso, con una terraza con pavimento de madera, bancos y una pasarela que permitirá acceder al adarve o parte alta de la muralla.

En la exposición se detallarán las partes de la muralla (liza, barbacana, valladar, almenas....). Paneles y audiovisuales explicarán que la liza era el espacio situado entre la muralla y el antemural destinado al combate entre dos o más adversarios y que el antemural es el muro que protege la liza y discurre como ésta paralelo a la muralla. Delante de las puertas de la muralla se ubicada la barbacana, otro elemento de protección. El adarve es el corredor en la parte alta de la muralla, protegido por los merlones o almenas. La muralla árabe tenía un foso, excavado en el terreno, por el que habitualmente corría el agua y que se recreará en la intervención prevista. Dentro de la ciudad islámicadestacaba el alcázar con su doble función defensiva y de palacio. La excavaciones arqueológicas en la plaza de la plaza de la Almoina, donde están sus ruinas, lo datan durante la primera taifa.

El urbanismo de la medina estaba configurado por un conjunto de calles sinuosas estrechas, algunas de ellas sin salida (atzucats).

En el centro de interpretación se exhibirán en vitrinas objetos recuperados durante las excavaciones arqueológicas que han tenido lugar en la ciudad. Dos monitores de gran formato en la pared, a modo de poema visual, explicarán la ciudad islámica y su muralla, que se comunicaba con el exterior a través de seis portales (la puerta de la Xerea, la del Puente, la de la Hoja, la de Boatella, la puerta de la Culebra y la de Ibn Sajar).

La muralla árabe se reforzó y alcanzó su máximo esplendor en el periodo de los reinos de Taifas (siglo XI-XII) como así lo prueba la descripción que hizo de ellas el geógrafo al-Udri que aseguraba que la ciudad «tiene murallas y se esmeró en construirlas Abd al-Aziz, el nieto de Almanzor y no se conoce en al-Andalus ciudad de muros más hermosos».

La ciudad de Balansiya del periodo emiral y califal ya debía estar rodeada por una muralla. Pero es realmente durante el período de taifas cuando la ciudad alcanzó gran apogeo y su muralla de convirtió en una de las más perfectas y hermosas de Al-Andalus.

Durante el período almorávide (siglo XII) la muralla se reformó: se añadieron torres cuadradas y se amplió en recinto murario en su parte más meridional.

Ante los numerosos ataques de los reyes cristianos, durante el periodo almohade (finales del siglo XII y principios del siglo XIII), se mejoró su defensa incorporandola barbacana, la liza y el foso, así como las torres albarranas.

Una intervenciónen suma que dotará al barrio del Carmen de un equipamiento cultural público muy esperado que, según anuncia la concejala de Cultural, Gloria Tello, «tendrá continuidad en el futuro».

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