Los ladrones han entrado en elc campo de fútbol de la Malvarrosa, pero en este ocasión el robo no ha sido, como puede ocurrir en otros recintos deportivos, en las oficinas, sino en el propio terreno de juego. Es un hurto absolutamente inusitado: una estera de césped artificial. Manos anónimas armadas con un instrumento cortante, se colaron en algún momento en la instalación y se llevaron una buena porción de terreno de juego a lo largo de la linea de fuera de banda que, si bien no era del interior del rectángulo, bien pudo ser porque, al encontrarse junto al sumidero, era más fácil de arrancarlo. Se intuye que, al tratarse de un material bastante caro, ha ido a parar a un uso particular.

Así lo ha denunciado el club de fútbol Malvarrosa, que ha hecho un llamamiento a los vecinos para que «denuncien a la policía estas situaciones que hacen daño a un barrio tan estigmatizado y también a los jóvenes que hacen vida saludable en nuestro club, no formamos deportistas sino personas de bien» a la vez que recuerdan que, tal como son las cosas, «el coste de esa reparación que será en detrimento de otras inversiones ya en proyecto».

El de la Malva-rosa es uno de los campos más característicos del fútbol urbano. Ubicado en la calle Antón Martín, lo comparten el club rojiblanco y Los Imposibles. Es heredero directo del campo que, ubicado en el mismo espacio, desarrollaba sus partidos la escuela del Levante UD (y en el que el primer equipo llegó a jugar un partido oficial). La estampa del típico campo de tierra cambió en 2007 cuando este recinto, junto al hospital de València al Mar, se remodeló íntegramente.