El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha un nuevo procedimiento de licitación para agilizar la puesta en marcha de los grandes proyectos arquitectónicos de la ciudad. La delegación de Contratación, que dirige Luisa Notario, ha aprobado las nuevas bases del denominado «Concurso de Proyectos», que permitirá empezar la tramitación de obras estratégicas como el Parc de la Desembocadura de Natzaret, el edificio de la calle de la Sangre o la reurbanización de la Plaza del Ayuntamiento. En todas ellas participará un jurado.
Este concurso está ideado para posibilitar aquellas licitaciones de gran relevancia urbana que el Ayuntamiento tiene previsto sacar este año a concurso, en cumplimiento del Acuerdo del Rialto.
Las bases del Concurso de Proyectos abren la posibilidad de que, mediante este tipo de procedimiento, se agilice la contratación de redacción de proyectos arquitectónicos, de ingeniería y urbanismo que revisten especial complejidad, así como cuando se contratan conjuntamente la redacción de los trabajos previos, los complementarios y la dirección de obras. En el pasado, se aplicaron procedimientos similares para el diseño y ejecución del edificio Veles e Vents, el Parc Central o la remodelación del Museo de Bellas Artes.
Desde 2017 había que adaptar este procedimiento a las modificaciones introducidas por la nueva ley de Contratación del Sector Público. Pero con la aprobación de las bases de los concursos de proyectos se habilita una aplicación mucho más ágil de estas tramitaciones, a la vez que recoge una reivindicación de los colegios profesionales que reclamaban la utilización de procedimientos en los cuales prevalezcan la calidad de los trabajos frente a otro tipo de criterios.
Se establecen unas bases homogéneas para la contratación municipal de estos proyectos que pasarán el filtro de un jurado. Se establecen la regulación de las condiciones jurídicas que regirán el Concurso de Proyectos, donde el los especialistas valorarán criterios de adecuación, calidad arquitectónica y viabilidad técnica, económica y constructiva, así como por sus valores medioambientales y/o culturales.
El Concurso de Proyectos establece dos modelos de procedimiento. El simplificado será en una sola fase, en el cual no se limita el número de los/las participantes en el concurso. Se trata de una versión exprés para cuando el objeto del concurso sea menos ambicioso o de menor trascendencia en la escena urbana. Por ejemplo, algún equipamiento de barrio.
El segundo procedimiento más completo se realizará en dos fases. En la primera fase, de libre concurrencia, los participantes presentarán de manera anónima las propuestas a nivel de ideas según los objetivos especificados en el Pliego de Prescripciones Técnicas. Entre estas propuestas el jurado seleccionará un mínimo de tres y hasta el máximo que se establezca, para su desarrollo en la segunda fase. En la segunda fase, los participantes seleccionados desarrollarán las propuestas presentadas.
Se ha establecido el anonimato de las propuestas a lo largo de todo el procedimiento de selección. Los trabajos se presentarán bajo un lema, que tendrá que figurar en todos los documentos, de tal manera que estos se mantengan anónimos hasta que se produzca la decisión del jurado.
Por otro lado, se ha previsto la posibilidad de que ante intervenciones de singular relevancia en el espacio público de la ciudad, se realice un proceso de participación ciudadana previo, que permita elaborar un documento con las directrices o criterios definidos por la ciudadanía a incluir como objetivos urbanísticos en el pliego de condiciones del concurso de proyectos para su orientación y guía.
Según explica la concejala Luisa Notario, estas bases «se enmarcan dentro del proceso de modernización que ya desde la pasada legislatura se llevó a cabo en el Servicio de Contratación con el objetivo de conseguir la mejora en eficiencia y agilidad de los procesos de contratación». Notario explica que se ha «reformado y modernizado» este servicio «con el objetivo de hacerlo más eficiente, para formar la gente y para que se impliquen el resto de servicios».
Todo ese trabajo ha permitido que en 2019 el Ayuntamiento multiplicara por seis las contrataciones públicas realizadas en 2014. «Se registró un aumento en la tramitación de contratos públicos de un 531,91% desde el año 2014. Concretamente, durante 2019 se tramitó un total de 297 expedientes, lo que supone un incremento de un 58,82% respecto al dato del año anterior y de un 531,91% desde 2014. El total de contratos adjudicados sumaron un importe de 61.656.547,26 euros», asegura la concejala de Compromís.
