Las obras de asfaltado de la Plaza del Ayuntamiento, segundo paso de su peatonalización después de la reordenación del tráfico y la colocación de grandes maceteros para delimitar los carriles de la EMT, comenzó ayer con algunas variaciones en cuanto a su aspecto y con duras críticas de la oposición por la provisionalidad y el elevado coste de las mismas.

De marcar el inicio de estas obras, cuyo presupuesto supera el medio millón de euros, se encargaron personalmente el alcalde, Joan Ribó, y la vicealcaldesa, Sandra Gómez, quienes estuvieron viendo los primeros trabajos, consistentes en sacar a la luz el viejo adoquinado de la plaza, que será conservado en la parte donde habitualmente se planta la falla.

De hecho, esta es una de las novedades incorporadas a última hora, lo mismo que el color del asfalto, que ya no será rojo, como esta previsto en un principio, sino que será «de color cobrizo con carácter anti resbaladizo», en sintonía con el conjunto de la plaza.

En palabras del alcalde, «la obra se enmarca en la política municipal de conseguir una ciudad más amable para peatones, saludable y sostenible». Y según las previsiones, estas obras finalizarán a mediados de agosto.

La polémica continúa

Pero ni los cambios ni las declaraciones en favor de una nueva movilidad han evitado la polémica, sobre todo por la descoordinación y provisionalidad de las obras, ya que la remodelación final de la Plaza del Ayuntamiento se hará después de hacer un proceso de participación y un concurso de ideas.

El concejal del PP, Carlos Mundina, denunció ayer la nueva «chapuza» del Gobierno de Ribó y PSOE, «que han vuelto a demostrar la descoordinación en las obras de peatonalización que hacen a medias el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi (Compromís) y la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez (PSOE).

«Hoy han comenzado a deshacer parte de lo realizado, han comenzado a desmontar los maceteros que colocó Grezzi hace menos de un mes para poder asfaltar de rojo la plaza y convertirla en la plaza roja de Ribó», dijo.

«Esto demuestra la falta de coordinación entre Grezzi y Gómez, que han realizado hasta tres contratos diferentes para el diseño de la plaza, dos por parte de Grezzi y uno de Gómez. O no se hablan o cada va a la suya en una obra que está generando el rechazo ya de comerciantes, hosteleros y vecinos así como expertos en arquitectura y diseño», destacó.

Mundina ha recordado que ya «llevan gastados más de 1,2 millones de euros en unas obras que son provisionales. Son 400.000 euros más de lo que va a destinar el gobierno de Ribó y PSOE en ayudas a los comercios de la ciudad, ya que la partida es apenas de 800.000 euros que tendrá que repartirse entre los más de 35.000 comerciantes».

«No era ahora el momento de obras provisionales, sino de ayudar a las familias, autónomos, pymes, comercios y hosteleros, pero nuestro Gobierno sigue empeñado en que el centro de la ciudad quede relegado».

También el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de València, Fernando Giner, se pronunció ayer sobre este asunto para lamentar que el ayuntamiento «esté deshaciendo una obra provisional para hacer otra obra provisional», todo esto al «módico precio de 1,2 millones de euros». «Empiezo a pensar que Compromís y PSOE compiten para ver quien gestiona y prioriza peor», dijo Giner, quien pide prioridad para la reactivación económica de la ciudad.