El alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, rechaza definitivamente el plan con 1.300 viviendas en altura, dotaciones y un gran parque urbano presentado por Metrovacesa para el PAI de Benimaclet, una bolsa de suelo ubicada junto a la ronda norte, frente a la huerta de Alboraia, y cuyo desarrollo llevaba años bloqueado. Así lo confirmó ayer Ribó tras la reunión que mantuvo con los representantes de Metrovacesa, la promotora propietaria de la mayor parte del suelo, que lleva meses esperando a que el gobierno del Rialto mueva ficha.

Ribó trasladó al representante de la promotora, Miguel Díaz, y a la presidenta de la Agrupación de Interés Urbanístico de Benimaclet, Pilar Salvador, que su propuesta urbanística «no nos gusta» por lo que no se otorgará de momento la condición de agente urbanizador a la empresa.

El alcalde se alinea así con los vecinos y colectivos ciudadanos, en especial Cuidem Benimaclet, que se han movilizado para reivindicar la reformulación e incluso la desclasificación de este sector urbanizable para dar paso a un nuevo urbanismo más sostenible e integrado con la huerta.

Más huerta, menos viviendas y una edificación más acorde con el barrio es lo que plantea Ribó para el PAI de Benimaclet, reclasificando para uso agrícola la franja central, de propiedad municipal por un acuerdo de cesión anticipada, y ocupada desde hace años por huertos urbanos autogestionados. A preguntas sobre la inclusión de huertos en la propuesta de Metrovacesa, Ribó destacó que «eso no es huerta, es una zona de equipamiento verde, lo que planteamos es mantener lo que hay», subrayó.

El alcalde también valoró la propuesta vecinal para soterrar la ronda norte, si bien destacó que se trata de una obra de futuro que en todo caso debe cofinanciarse con otras administraciones.

El ayuntamiento parece así dispuesto a asumir las posibles indemnizaciones económicas, que oscilarían entre 11 y 50 millones de euros, a los dueños del suelo de Benimaclet. «Los propietarios tienen unos derechos y sabemos que esto no va a tener coste cero».

Ribó subrayó que con esta decisión «no queremos dejar a Metrovacesa fuera» de la gestión del PAI, si bien insistió en que se debe reformular y alcanzar un mayor grado de consenso. En primer lugar con sus socios de gobierno del PSPV y con la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez.

Metrovacesa por su parte emitió ayer un comunicado advirtiendo de que «actuará en defensa de sus derechos y contra la arbitrariedad de la decisión» del alcalde si finalmente es ratificada por sus socios de gobierno. La promotora lamenta la ruptura de las negociaciones por parte del alcalde en una propuesta que ya había sido consensuada con los vecinos. Metrovacesa advirtió de que la desclasificación del suelo «no es viable» y requiere en todo caso la modificación del PGOU y el visto bueno de la Generalitat.