El grupo Heineken ha decidido desvincularse de la gestión del edificio emblemático Veles e Vents, en la Marina de València, en el que ha desarrollado un proyecto con triple vertiente, cultural, gastronómica y formativa, desde que en 2015 ganó un concurso público convocado por el Consorcio Valencia 2007 para tal fin. La multinacional cervecera compartía la gestión del inmueble señero construido con ocasión de la 32 ª Copa del América de Vela con la firma Rescorval, cuya cara más visible es el hostelero Javier Andrés, responsable del restaurante La Sucursal, instalado dentro del Veles. Ahora, la sociedad de la familia Andrés habrá de encontrar otro socio que le acompañe en la gestión del complejo hasta que finalice la concesión, en diciembre de 2022, aunque a partir de ese momento pueden concederse varias prórrogas hasta sumar tres años y medio más.

Según han confirmado a Levante-EMV responsables de la cervecera y de la firma hostelera, representantes de Heineken presentaron el pasado viernes el documento por el que expresan su decisión de salir de la unión temporal de empresas que gestiona el Veles e Vents con Rescorval, lo que pone en marcha el mecanismo de su sustitución por otro socio, ya que el pliego de condiciones y las obligaciones de la concesionaria se mantienen inalterables hasta el fin del contrato. El mismo viernes, Javier Andrés presentó también ante el Consorcio 2007 que dirige Vicent Llorens un escrito en el que propone la entrada en la gestión de una sociedad compuesta por empresarios valencianos del sector turístico aunque con presencia en otros campos de la actividad económica para compartir con Rescorval el proyecto con el que ganó el concurso en 2015. En la unión temporal que compartían Heineken y La Sucursal, la cervecera tenía el 55 % de la participación y los hosteleros Andrés el 45 % restante. La gestión del edificio les permite desarrollar en él actividades de su interés, recogidas en el proyecto inicial, a cambio del pago de un canon de 30.000 euros mensuales y el compromiso de inversión de 1,75 millones de euros en el inmueble diseñado por el arquitecto David Chipperfield, que se encontraba cerrado y sin uso alguno cuando se celebró el concurso de gestión.

La salida de Heineken de la gestión del edificio Veles e Vents ya se venía rumoreando en las últimas semanas. Fuentes de la compañía han señalado a preguntas de este diario que "el actual contexto lleva a Heineken España a reenfocarse en ayudar a uno de los sectores que más están sufriendo esta pandemia, la hostelería", y que en esa tarea quieren centrar todos sus esfuerzos.

"Hemos promovido la cultura y la gastronomía valencianas con más de 1.350 eventos entre los que destacan cerca de 600 exposiciones, conferencias y talleres que han disfrutado más de 230.000 valencianos en Amstel Art", señalan desde Heineken. "Esta novedad -la salida de Veles e Vents- no implica ningún cambio en el compromiso con Valencia y la Comunitat, a la que la compañía lleva vinculada desde hace 75 años y en la que genera más de 350 empleos directos, además de los 12.500 indirectos, entre la fábrica de Quart de Poblet -la única de una gran cervecera presente en la región-, las delegaciones comerciales y la unidad de distribución", añaden desde la multinacional, cuyos portavoces oficiales han querido hacer expreso su agradecimiento "a la Familia La Sucursal todo el trabajo conjunto de estos años" y también al Consorcio Valencia 2007 por su colaboración con el proyecto.

Por su parte, el hostelero Javier Andrés, responsable del Rescorval y gerente de la sociedad gestora del Veles e Vents hasta este momento, confirmó ayer tarde a Levante-EMV que ya ha presentado al Consorcio Valencia 2007 una propuesta de nuevo socio que sustituya a Heineken, aunque el ente que dirige la Marina de València deberá comprobar la solvencia técnica y financiera del aspirante antes de certificar su entrada en el proyecto, un plácet que se analizaría en julio y agosto para que la luz verde llegue, en su caso, en septiembre. "Ha sido un camino de éxito, con muchas cosas que destacar en esta andadura que hemos desarrollado con Heineken, pero empieza ahora una nueva etapa. Hemos recibido varias propuestas de interesados en entrar en la gestión del Veles por cuestión de imagen, de contenido, etc, y después de examinarlas hemos optado por una en concreto y se lo hemos comunicado al Consorcio", señala Andrés.

En la nueva etapa que comenzará en otoño en el edificio singular de la Marina de València "seguirá habiendo un proyecto de formación, gastronomía y cultura, como señala el pliego, pero queremos cambiar algunas cosas. Habrá reformas en el interior, nuevos espacios, y también adaptaremos el inmueble para un consumo energético sostenible", declara a Levante-EMV el gerente de la sociedad gestora, quien se muestra animado para el futuro inmediato: "la pandemia parece haber despertado el interés de los ciudadanos por los espacios abiertos como la Marina y estamos viendo más gente que el año pasado por esta época".