Tras ser una de las primeras ciudades costeras de España en abrir el acceso a las playas, el pasado 1 de junio, prácticamente a pleno rendimiento salvo las lógicas limitaciones derivadas de la obligación de cumplir todas las pautas emanadas desde el Gobierno Central para prevenir contagios por coronavirus, València dio ayer un paso más hacia la normalidad en el uso de las playas, en esta ocasión de cara a la prestación de asistencia al baño en los puntos accesibles. A partir de mañana, 15 de julio, las personas usuarias de la zona de baño accesible podrán ser asistidas por personal de la Cruz Roja.

Cuando se formalizó el protocolo 2020, la situación solo permitía que fuera el personal de Cruz Roja el que facilitara el material para facilitar el baño en los puntos accesibles.

Y, de manera paralela, para evitar tanto la posibilidad de contagio en el contacto con los usuarios en sus intercambios, como las situaciones de peligro en el interior del agua, también se pautaba que la ayuda al baño debían prestarla familiares de las personas usuarias del servicio.