El parque natural de la Devesa-Albufera tiene aproximadamente un centenar de malladas, que son unas lagunas temporales que se forman en las depresiones que quedan entre dos grandes conjuntos dunares. En estas lagunas predominan los suelos limosos, que hacen que se encharquen con las lluvias del invierno y se sequen en verano, generando así un foco de biodiversidad muy apreciado en el medio natural.