Los vecinos de Natzaret y la Punta, así como los de Font de Sant Lluis valoraron ayer decisión del alcalde, Joan Ribó, de solicitar un nuevo plan ARRU específico para los barrios y pedanías al sur de la ciudad. Estos barrios, a los que hay que añadir los de Font d'en Corts y una parte de Pinedo (Tres Camins) conocieron ayer en una reunión que mantuvieron las concejalas de Pueblos y Participación, Lucía Beamud y Elisa Valía, y el concejal de Agricultura, Alejandro Ramón, más detalles de los objetivos de este nuevo plan ARRU aplicado por primera vez a un entorno rural-urbano tras los buenos resultados alcanzados en el Cabanyal.
Para el portavoz de la Asociación de Vecinos de Natzaret, Julio Moltó, la aprobación de un plan ARRU para el barrio «es una demanda histórica». «Somos una zona muy castigada por la acumulación infraestructuras y con un medio ambiente muy deteriorado», afirma Moltó. Algo sobre lo que también llama la atención el presidente de la Asociación de Vecinos de la Punta, Vicente Romeu.
El dirigente vecinal de la Punta destaca que la mayoría de viviendas de la Punta son alquerías antiguas y casas diseminadas, que «en general están en buen estado porque los propietarios las han rehabilitado con sus propios recursos». El problema en la Punta, dice Romeu, no es tanto el mal estado de las casas como la falta de servicios. «No tenemos aceras y no queremos que nos pongan mármol como en la plaza de la Reina pero si al menos unas losetas; las farolas son de carretera, el autobús pasa cada hora y media y el consultorio es tercermundista».
Prioridades
Los vecinos de la Punta ven prioritario aplicar medidas contra el aislamiento con respecto al resto de la ciudad por la fractura que sobre lo que en su día fue una extensa zona de huerta causaron grandes infraestructuras como las vías del ferrocarril y la autovía del Saler. Una carretera de apenas siete kilómetros que conecta la ciudad con el Parque Natural de la Devesa, que el ayuntamiento ha planteado pacificar para convertir en un bulevar y que según los vecinos de la Punta «no tiene sentido».
Natzaret lleva tiempo solicitando las ayudas del plan estatal ARRU para el barrio. «Más que construir nuevas viviendas el barrio necesita renovar las que hay porque muchas tienen más de 50 años y mejorar las condiciones de habitabilidad y accesibilidad en un barrio con un elevado porcentaje de personas mayores donde muchas fincas no disponen de ascensor. «Si además con esto se genera empleo en el barrio, matamos dos pájaros de un tiro», destacó Moltó.
La Punta, destaca Romeu, necesita una actuación integral y una reordenación de los límites no solo físicos también administrativos «porque aquí hay tres códigos postales distintos. Romeu recordó ayer que promesas de mejora anteriores que cayeron en saco roto como el Plan Especial de Mejora del Medio Rural de la Punta, aprobado hace 20 años, que permitía la construcción de nuevas viviendas. La realidad en la Punta, explica Romeu, es que las licencias de construcción están tardando hasta 18 meses.
El presidente de la Asociación de Vecinos de La Fuentes de San Luis, Daniel Herrero, asegura que el plan de rehabilitación será bien recibido por los vecinos y confió en que las ayudas sean realmente efectivas.
