La oposición en el ayuntamiento PP, Cs y Vox, rechazó ayer el aumento de un 1,15% en el recibido del agua a partir de la segunda mitad del año como consecuencia de adaptar la tarifa a la subida del IPC.

El PP denunció que este aumento «se suma al incremento de la tasa de alcantarillado de hasta un 100% que se aprobó en las Ordenanzas Fiscales de 2020». La concejala popular, Paula Llobet, defendió que con el incremento de la presión fiscal por parte del ayuntamiento, «València está perdiendo oportunidades de inversión que generarían empleo, en una situación dramática como la actual de crisis sanitaria en la que muchas familias y empresarios están teniendo verdaderos problemas para salir adelante y abrir la persiana todos los días».

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, denunció que la subida del recibo del agua coincide con la falta de ejecución de las inversiones en la red de agua potable. «Nuestra red no cumple con las recomendaciones de la Asociación Internacional de Agua (IWA)», dijo Giner, quien censuró que «el mismo plan de inversiones de Emivasa advierte que las tuberías de agua potable por toda la ciudad está anticuadas, con fibrocemento y fundición gris. Es urgente conocer la situación real de las tuberías y la ejecución de su retirada», dijo. «Entendemos que no procede esta subida, es injusta y se está aplicando a un bien básico», explicó Giner, quien apuntó que además «no se ajusta a la realidad económica y social de los valencianos en la actualidad».

La oposición también se opuso al nombramiento de Ferran Puchades como Coordinador General de Recursos del ayuntamiento, lo que aumenta a 35 el número de altos cargos del Govern del Rialto. Además se opusieron al cambio de estatus del CEMAS para convertirse en una Fundación.