El Ayuntamiento de València ha vuelto a pedir «diálogo» al Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) haya vuelto a desestimar un recurso del órgano colegiado, que en este caso paralizó la tramitación del concurso para restaurar y recuperar la muralla árabe de la ciudad.
El vicealcalde de València, Sergi Campillo, expuso que ya son «unas cuantas veces» las que el Tribunal de Recursos le da la razón al Ayuntamiento de València, por lo que consideró que el Colegio de Arquitectos debe poner fin a la estrategia de interponer recursos «porque paraliza muchos proyectos importantes de la ciudad» y apeló al «diálogo» para que no se vuelvan a producir más interrupciones de este tipo.
La concejala de Recursos Centrales, Luisa Notario, también ha alzado la voz en diferentes ocasiones sobre esta estrategia, al igual que la vicealcaldesa Sandra Gómez o el propio alcalde Joan Ribó. De hecho, hace una semanas se aprobó un documento denominado «concurso de proyectos» en el que se incorporaban buena parte de las reivindicaciones del Colegio de Arquitectos para los procesos en que haya que recurrir a una selección de ideas con presencia de jurado. Con todo, el órgano colegiado ha mantenido los diferentes recursos que ha ido planteando.
Hay que recordar que en los últimos meses el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales ha tumbado varios recursos del Colegio de Arquitectos, el más reciente el del concurso para redactar la reparación el concurso del Palau de la Música, que por cierto ayer se adjudicó tras el parón administrativo.
Campillo explicó que la Junta de Gobierno Local ha declarado «válido» el procedimiento para contratar «los servicios de redacción del Proyecto Básico y de Ejecución, Dirección de Obra y Coordinación de Seguridad y Salud para la adecuación del Palau de la Música, clasificar las proposiciones y requerir la oferta económicamente más ventajosa previo a la adjudicación del contrato». «Hemos hecho la adjudicación previa por un valor casi de 245.000 euros y ahora se requiere a la empresa que haya obtenido la mejor puntuación, que presente que está libre de cargas, etc», prosiguió Campillo, quien recordó que el Tribunal de Recursos Contractuales ha desestimado el recurso presentado por el Colegio de Arquitectos».
En cuanto a la reciente resolución sobre la muralla árabe, el TACRC concluye de manera demoledora contra el Colegio de Arquitectos. «Sucede, sin embargo, que el parco recurso que nos ocupa no contiene argumentación alguna, si quiera somera, sobre en qué medida los criterios de valoración podrían llegar a restringir la libre concurrencia de los potenciales licitadores que fueran 'nuevas empresas'», explica el documento al que ha tenido acceso Levante-EMV.
«Visto cuanto precede, cabe apreciar mala fe y temeridad en la interposición del recurso, que se patentiza en el desconocimiento de los pliegos impugnados, así como en la ausencia de contenido argumentativo que, al margen del mayor acierto o desacierto del mismo, permita sostener una posición mínimamente legítima ante este Tribunal», concluye el órgano que resuelve conflictos en las licitaciones públicas.
El concurso de la muralla árabe salió a licitación por un importe de 3.440.661'51 euros y contempla la intervención arqueológica en todo el ámbito, incluyendo la lectura estratigráfica de los lienzos de la muralla y la torre.
