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Municipal

Alboraia reactiva la petición de segregar de València el terreno de su polideportivo

El "territorio en litigio" lleva estancado desde hace 35 años y en la actualidad le cuesta al municipio más de 50.000 euros en impuestos

Alboraia reactiva la petición de segregar de València el terreno de su polideportivo

Los límites geográficos están llenos de rarezas. Desde la escala estatal a la municipal. Si se extiende el mapa del término de València sobre una mesa se encuentran curiosidades a simple vista. Sobre todo, esos territorios que están totalmente separados de los límites. Los particulares «rincones de Ademuz» del «cap i casal», como son Mahuella, Tauladella, Rafalell y Vistabella. Pero hay otras anomalías que son consecuencia del crecimiento de las poblaciones y que acaban por generar rarezas en la trama urbana, tanto en la propia como en la ajena.

Ayer, el alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, se reunió con la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, y el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, para tratar de desmadejar una de esas rarezas que, además, lleva años enquistada en el tiempo. Hay un momento en el que el término municipal de València limita con Alboraia. Desde hace 35 años hay una pastilla de terreno que se empezó a negociar para traspasarla a Alboraia para construir un polideportivo. Los expedientes andaban con buena entente y empezó la construcción del complejo deportivo. El expediente se atascó por apenas unos metros cuadrados y cuando volvió al pleno municipal del «cap i casal» había cambiado el gobierno municipal de Clementina Ródenas a Rita Barberá y quedó dormido en el cajón hasta que el tema fue recuperado por Levante-EMV tiempo después.

200.000 euros de golpe

Y es que el problema vino cuando la revisión catastral les dejó un regalo de 200.000 euros: el pago de los últimos cuatro años con recargos. En la actualidad, el polideportivo en cuestión le cuesta al consistorio más de 50.000 euros. Por eso, el alcalde Miguel Chavarría tuvo la audacia, de alguna manera, para volver a mover el manzano. «Como aquel primer expediente quedó caducado, hemos iniciado uno nuevo. Desde que Joan Ribó llegó a la alcaldía hemos puesto el tema sobre la mesa». La cuestión es que lo de que la ciudad de València pierda territorio y un dinero en impuestos a cambio de nada podría ser complicado. Chavarría apela a que la contrapartida ya está hecha: las labores de saneamiento y adecuación de la zona en los dos términos. En cualquiera de los casos «choca que todo nuestro polideportivo esté en el término municipal de València. Choca que la gente de Alboraia haga deporte en València».

Impuestos sin contraprestación

Sandra Gómez se ha mostrado receptiva, más teniendo en cuenta que son compañeros de partido. «La verdad es que ellos pagan el IBI y no se les da servicio: la basura la recogen ellos, el mantenimiento, el alumbrado... es una de esas cosas que debieron arreglarse hace mucho tiempo y ante lo que hay que buscar un punto de acuerdo. Lo que pasa es que es cierto que es un tema con un punto de complejidad. Lo vamos a estudiar para darle una solución».

El ayuntamiento de Alboraia pide la segregación a través de una línea imaginaria muy evidente, marcada por la calle Tribunal de les Aigües, que hace una especie de ronda que envuelve el límite urbano de su municipio. Y es que la penetración del término de València llega a generar que, para pasar de Alboraia a Tavernes Blanques, haya que pasar por València, en una particular cuña que incluso tiene una gasolinera.

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