La comisión de Barón de Patraix-Cuenca ha dado a conocer una noticia que se repite desde hace una generación y media: la renovación del contrato con el artista Luis Herrero. Pero en esta ocasión la rutina tiene un matiz especial: es la última renovación. La de 2022 será la última falla que les plante y la interrupción la provoca tan sólo la ley de vida laboral: «la merecida jubilación».
Será la falla número 39 que les plante y una relación de 40 años. Podrían haber sido 40 fallas en 40 años, pero 2020 ha quedado, finalmente, en blanco y esa falla "Agra València" está guardada a la espera de plantarse el próximo año).
Luis Herrero llegó a la falla «del barón» en 1983 fruto de una casualidad: tener que hacerles una falla de aliño en apenas dos meses después de la espantà del contratado inicialmente. La gratitud se tradujo en una primera renovación. Que se tradujo en un primero premio. El primero premio, en otra renovación y luego otra, y otra y así hasta 2022. Un hecho casual se tradujo en su aparición por primera vez en el «cap i casal» procedente de su Burriana natal. Y se marchará con una trayectoria más que notable. Ha transitado por todo el escalafón. Desde la Especial donde nunca compitió con presupuestos para alternar con los más grandes hasta las más bajas.
En la última década ya había abandonado las grandes categorías, pero sin faltar a su cita, incluso cuando un año sufrió una grave enfermedad. Y siendo siempre, por encima de todo, un profesional garantista: de sus 104 fallas plantadas en València, tan sólo trece se quedaron sin recibir premio. Por contra, más de la tercera parte de sus fallas han acabado con podio, incluyendo doce primeros premios.
Luis Herrero llegará a los 65 años trabajando. Hace unos años se preguntaba si no marcharse al retiro con 63. Pero finalmente completará el ciclo en marzo de 2022. Cuando se queme esa falla no se repetirá la frase habitual con los fallero de Barón de Patraix: «Luis, prepara un boceto. Tenemos esto de presupuesto».
A dos del récord del "Patas"
Se quedará a dos fallas de igualar el récord absoluto de la historia de la fiesta, las 41 fallas plantadas por Arturo Martínez Areal en Baja-Mesón de Morella aunque, en este caso con un matiz: el legendario "Patas" era fallero de la comisión, con lo que la relación era más fácil. Y aún más si tenemos en cuenta que en 25 de esas ocasiones, se «contrató a sí mismo», puesto que era artista y presidente a la vez.
